Apenas pasada la Gran Depresión, los diferentes fabricantes de automóviles de lujo de los Estados Unidos se lanzaron en una vertiginosa competición por construir el coche más exclusivo y lujoso del nuevo continente. Esta particular contienda tuvo un aspecto especialmente peculiar, ya que los principales implicados pugnaron por construir el motor con el mayor número de cilindros, por lo que algunas publicaciones se refieren a este episodio como 'La guerra de los cilindros'.
Con Duesenberg posicionado como el gran referente de los automóviles de lujo en Estados Unidos y un fuerte rival para marcas europeas como Rolls Royce, Bugatti o Hispano Suiza, Packard y Cadillac libraron su particular batalla como los grandes referentes de los coches de alta gama de gran difusión en los USA. Dos marcas con gran cantidad de seguidores y dos empresas con dos formas antagónicas de gestión. La primera, una firma independiente que había basado su éxito de ventas en ofrecer vehículos con una excelente relación calidad precio. La segunda, integrada en un gran grupo empresarial que le permitía disponer de medios y financiación casi ilimitados.
Cadillac y Marmon fueron los primeros en golpear presentando sus espectaculares modelos con motor de 16 cilindros en V, fruto de la unión de dos bloques de ocho. Por su parte, Packard y Pierce Arrow recurrieron a un motor V12. Packard ya contaba con experiencia en coches propulsados por motores de 12 cilindros, de hecho, el nuevo modelo era una suerte de homenaje a un célebre Packard de años atrás. En un principio, el nombre elegido para el nuevo buque insignia de Packard iba a ser Twin Six, pero finalmente se optó por Twelve por ser una denominación en consonancia con la entonces idiosincrasia de la marca. Lógicamente, tras los modelos Six y Eight, lo lógico era Twelve y así se hizo.
En un principio, Packard barajó la inquietante idea de que el nuevo coche de gran lujo fuese propulsado por un motor de 12 cilindros en línea, y muchas publicaciones refieren que hubo planos e incluso prototipos con el morro diseñado para albergar semejante e inédito motor. Esta idea fue desechada al igual de que tuviera tracción delantera, de hecho, el ingeniero pionero en este tipo de tracción en EEUU, Cornelius Van Ranst, estuvo un tiempo ligado al proyecto, pero al desecharse este sistema de tracción salió del mismo.
El nuevo Packard de 12 cilindros debutó públicamente el 9 de enero de 1932 en el Hotel Roosevelt de Nueva York aun con el nombre de Twin Six. Estuvo a la venta hasta el año 1939 y se produjeron un total de 35.000 ejemplares. El motor cubicaba entre 7.2 -445 ci- y 7.7 litros -473- según año y versión, llegando a ofrecer hasta 175 CV con velocidad máxima de hasta 160 Km/H. La mayoría de los Twelve salieron de fábrica con carrocerías propias de Packard, aunque también los hubo con elegantes y llamativos diseños de Dietrich, Rollston, Le Baron o el caso que nos ocupa, por la firma Bohman & Schwartz de Pasadena en California.
Nos centramos por tanto en el Packard Twelve de 1936. Todos los modelos de ese año corresponden a la serie 14. Atendiendo a la numeración oficial, tendría que haber sido la serie 13, puesto que el primer modelo de 1932 era la serie 9, pero como ya se sabe las supersticiones que genera ese número, la firma optó por saltarlo y pasar al 14. Se vendió en dos longitudes de carrocería, la 1407 de batalla corta y la 1408 con distancia larga entre ejes. Una nota curiosa, Packard ofertaba dos opciones en lo que a la mascota sobre el radiador se refiere, bien una mujer con alas sosteniendo una bola, o bien un el cisne que también aparece en la parte superior del escudo de la marca. En este caso se trata de la segunda opción
Bohman & Schwartz fue fundada en 1930 por Christian Bohman y Maurice Schwartz, dos ex trabajadores de otro célebre carrocero americano, Murphy, que había cesado su actividad. De hecho, adquirieron parte de la maquinaria y utillaje de Murphy para acometer los proyectos que esta empresa tras su cierre había abandonado. A lo largo de su trayectoria, Bohman & Schwartz construyó carrocerías para marcas como la propia Packard, Duesenberg, Cadillac, Lasalle, Rolls Royce o Chrysler, entre otros, además de autobuses. Una de sus creaciones más especiales fue el espectacular concept car Phantom Corsair bajo el diseño del millonario Rust Heinz. Entre sus clientes más ilustres figuraba el actor Clark Gable. Bohman & Schwartz se disuelve en 1947 por mutuo acuerdo de los dos socios que empezaron sendas aventuras profesionales independientes.
En 1939 Packard cesó la producción del Twelve y abandonó el segmento de alta gama para centrarse en los automóviles con motores de seis y ocho cilindros. Muchos expertos sostienen que Packard debió haber continuado el Twelve, pero los directivos de la compañía se mostraron demasiado conservadores toda vez que contrariamente a Cadillac, Packard no contaba con una gran compañía detrás capaz de asumir sus malos resultados económicos. Con todo, Packard Twelve es uno de los coches americanos más demandados por los coleccionistas y está considerado uno de los mejores de su segmento durante los años que estuvo en el mercado, equiparándose su calidad a la del mismísimo Rolls Royce Phantom III. En 1999 hubo la intentona por parte de unos empresarios que habían adquirido los derechos del nombre Packard para lanzar una berlina de gran lujo bajo la denominación Twelve. Sólo se construyó un prototipo, un automóvil muy barroco que no llegó a producirse, pero esa es ya otra historia.
GLM, siglas de Great Lightning Models, es un fabricante de miniaturas a escala 1/43 en resina con acabados de muy alta calidad procedente de Hong Kong. Está especializada en la reproducción de automóviles de lujo tanto clásicos como actuales de marcas como Cadillac, Rolls Royce, Mercedes o Packard, entre otras. Anteriormente he presentado en el blog dos referencias de este fabricante, dos Rolls Royce concretamente. Esta miniatura que protagoniza la última entrada de 'El Kekomóvil' es el tercer modelo de GLM que agrego a mi colección. Se trata de un magnífico e impresionante Packard Twelve 1407 de 1936 con carrocería Convertible Coupé de Bohman & Schwartz. Es una miniatura de calidad superior, de lo mejor que he agregado recientemente a la colección, cuenta con un molde de formas correctas y proporcionadas y un acabado muy detallado, ya sea exterior como interiormente, tal y como pueden comprobar en las diferentes imágenes que ilustran la entrada. Una miniatura que seguramente llamará la atención en toda aquella vitrina de coleccionistas en la que se coloque.
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