Hay marcas de automóviles que por uno u otro motivo han sido grandes generadoras de confusión. Quizás uno de los ejemplos más claros que se conocen es el caso de Talbot. Ha tenido dos nacionalidades (británica y francesa), ha pertenecido a diferentes dueños (Rootes Group, Anthony Lago, Chrysler-Simca y Peugeot) y en cada uno de esos periodos ha fabricado un tipo de distinto de vehículo. Es por eso que diferentes generaciones de aficionados al automóvil relacionarán este nombre con un tipo concreto de vehículo.
El mayor Anthony Lago salvó en 1930 a Talbot de la bancarrota al adquirirla a su empresa matriz, el Rootes Group británico. Ingeniero especialista en las marcas Talbot, Darraq y Sunbeam, Lago tenía muy claro sus planes para la marca -a la que rebautizó añadiendo su apellido- que no era otro que fabricar autos de lujo y deportivos. Con la colaboración del ingeniero Walter Becchia Talbot-Lago desarrolló un nuevo y potente motor de seis cilindros en línea que sería empleado en sus coches. Lago estableció líneas de colaboración con las principales firmas carroceras de más prestigio en Francia, Saoutchik, Figoni & Falaschi, Fernández & Darrin, Pourtout, Antem o Chapron que vistieron con elegancia los chasis de Talbot Lago, situando a la marca como una competidora directa de grandes nombres de la automoción francesa como Bugatti, Delage o Delahaye. Igualmente, monsieur Lago, desarrolló versiones de competición de sus coches convencido de que el éxito en prestigiosas pruebas deportivas sería una util herramienta de promoción (en 1950 Louis Rosier ganó las 24 Horas de Le Mans con su Talbot Lago de 4,5 litros)
Tras la II Guerra Mundial los fabricantes de autos de lujo se vieron muy afectados por la nueva medida del Gobierno que gravaba con fuertes impuestos los coches de gran cilindrada. En algunos casos los efectos de esta nueva regulación fueron catastróficos, pues unidos a la maltrecha situación de la industria tras los efectos de la Contienda, fabricantes como los antes mencionados vieron cómo comenzó el ocaso de su existencia.
Así pues Anthony Lago intentó superar esta situación con la construcción un novedoso motor, en este caso un nuevo cuatro cilindros en línea de 2,5 litros que inmediatamente se reveló como una mecánica que proporcionaba muy buenas prestaciones gracias a sus 120 cv de potencia. El nuevo motor Talbot-Lago se presentó en el Salón de París de 1954 y un año después y en el mismo escenario Talbot-Lago presentó un nuevo coche equipado con el mismo.
Se trataba de un hermoso coupé de dos plazas con un atractivo diseño de Carlo Delaisse, jefe de diseño de la prestigiosa firma carrocera gala Letourner & Marchand. Montaba una caja de cambios de cuatro velocidades sincronizadas 'Pont-à-Mousson' y frenos hidráulicos de tambor. El mismo coupé pero con un motor BMW V8 de 2,6 litros y denominado 'América' fue fabricado paralelamente con vistas a su exportación a Estados Unidos así como a países con menor presión fiscal que Francia. Con todo, el Talbot-Lago Sport resultó ser un fracaso toda vez que su precio era muy superior a vehículos que le suponían una dura competencia, como es el caso del Jaguar XK 140, quizás el deportivo más deseado de estos años, que costaba una mitad que el Talbot.
En 1958 Anthony Lago cede a las presiones de Henri Pigozzi y vende la empresa, que atravesaba una complicada situación financiera, a Simca. Puesto que la nueva matriz no aceptó comprar los motores V8 BMW para la última partida de Talbot-Lago América, éstos fueron finalmente equipados con el viejo motor V8 de 2,2 litros de Simca, derivado del que en su día emplease Ford France para sus Vedette. Un año después y pese a tener un stand reservado en el Salón de París, Talbot-Lago no tuvo presencia finalmente en dicho evento al tiempo que las unidades del América con motor Simca no tuvieron las ventas esperadas. Moría de esta forma tan anónima uno de los últimos intentos de que Francia contase con una firma de autos de prestigio.
El modelo que hoy muestro es la réplica del Talbot Lago 2500 vendida como fascículo número 55 de la colección 'Nos chères voitures d´antan' comercializada por la editorial Altaya en Francia hace una década. De esta miniatura fabricada por Ixo pero vendida como Altaya podemos destacar un acabado muy correcto aunque sin grandes detalles. Destacamos ausencia de terminaciones en fotograbado y salvo la calandra y los parachoques de plástico, no hay más piezas independientes. Esta miniatura ha sido muy recientemente objeto de un trabajo de mejora consistente en la sustitución de las llantas originales, de plástico modelado, por otras de metal fotograbado fabricadas por Tameo Kits, lo que viene a mejorar de manera notable la imagen de la miniatura, dándole un mucho mejor aspecto y haciendo que tenga una segunda juventud.
3 comentarios:
Muy buena entrada este Talbot Keko esta muy bien y el color le queda de lujo
Saludos
Con las nuevas llantas quedó perfecta!!
Saludos!
Cruiser, te recomiendo que estés al loro, pues mi próxima entrada será otro modelo de Altaya que también ha sido objeto de un cambio de llantas y que ha quedado mucho mejor que el Talbot....
Gracias a ti y a Pau por vuestras visitas y comentarios
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