El Bentley S3, al igual que su hermano gemelo, el Rolls Royce Silver Cloud III, supusieron el capítulo final de los modelos de chasis independiente de carrocería. Realmente había pocas diferencias con sus predecedores, de hecho, para distinguirlos simplemente hay que fijarse sólo en los nuevos grupos ópticos dobles.
Por norma general se ofrecía el modelo base, si es que este término puede emplearse aplicado a a un Bentley, la berlina de carrocería 'pressed steel', pero los compradores más exigentes solían acudir a carroceros especializados para solicitar una versión algo más especial, como el bonito cabriolet de James Young o el elegante y deseado coupé Continental.
Desde que apareció como modelo tope en la gama R-Type, el Continental siempre ha sido el Bentley más exclusivo y refinado, un automóvil de gran tamaño, muy lujoso, pero con una carrocería coupé perfectamente apta para que sea el propietario quien se encargue de conducirlo contrariamente a las berlinas, que normalmente eran conducidas por el chófer.
Fue especialmente atractiva la carrocería que Vilhelm Koren diseñó para el S2 Continental, la cual también se ofreció para el S3 Continental, aunque en este caso HJ Mulliner de Parkward rediseñó los faros simples por grupos ópticos dobles dispuestos de forma oblícua, lo que le daba un aspecto muy particular que le valió el apodo de 'chinese eyes' (ojos de chino). Hay quien también halló cierto parecido en los grupos ópticos con el fracasado Edsel de la Ford.
Mecánicamente, el S3 montaba el mismo motor V8 que se introdujo en el S2, de 6.230 cc y una potencia que se estimaba en los 200 cv. La caja de cambios era automática de cuatro relaciones. El Bentley S3 Continental MPW (Mulliner Parkward) tenía un hermano gemelo, el Rolls Royce Silver Cloud III MPW y ambos se podían pedir en carrocería coupé y descapotable. Fueron coches tremenda exclusivos de los que se construyeron muy pocas unidades, la mayoría con el volante a la derecha.
Todo un símbolo del máximo glamour automovilístico de los 60, siempre se decía que todo aquel que quería ser alguien conducía un Rolls Royce Silver Cloud III MPW mientras que quien ya era alguien optaba por el Bentley S3 Continental MPW. Este coche ha tenido muchas apariciones en grandes clásicos del cine, como el que conducía el actor Jack Warden en 'Shampoo', el descapotable de David Hemmings en 'Blow up' y también se lo puede ver en 'El Guateque'.
Esta miniatura fabricada por Neo era muy esperada por los coleccionistas. Antes los únicos modelos disponibles eran el de FYP Creations, muy costoso y muy difícil de conseguir, y otro fabricado de forma artesanal en China vendido sólo por Ebay bajo diferentes fabricantes. Este modelo de Neo tiene una combinación de colores muy atractiva y propia de su época, gris oscuro con interior burdeos. Las formas están muy bien captadas y el nivel de detallado es muy alto, destacando la finura de su mascota, la parrilla, los pilotos traseros o los faros delanteros. Resaltar también un fantástico interior donde no faltan los guarnecidos en madera o el detalladísimo salpicadero y cuadro de intrumentos. En definitiva, una miniatura que destaca especialmente en cualquier vitrina.
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