Se conoce como 'Normal' o N al primer Seat 600 para diferenciarlo de las versiones postreras D, E y L Especial, aunque lo cierto es que de este modelo se fabricaron cuatro sub series diferentes denominadas internamente A, B, C y D. Estas series se diferenciaban por la procedencia, fabricación y montaje de sus componentes: totalmente importados de Italia, sólo ensamblados en España y fabricación de componentes y ensamblaje completamente nacional. Su venta dio comienzo en 1957, dos años después de su lanzamiento en Italia, de hecho cuando las primeras unidades Seat circulaban por España convivieron con algunos de sus hermanos italianos Fiat importados desde el mercado gris, fácilmente reconocibles por sus cristales de tipo corredera, sus triple bigotera horizontal y, por supuesto, el anagrama Fiat de su frontal.
El 600 hacía su aparición en un contexto donde el parque de automóviles en España se limitaba al transporte público, los vehículos industriales, las motocicletas y algunos microcoches, como el Biscúter, que se ponía a la venta ese mismo año. El 600 nacía en España como el hijo predilecto del periodo conocido como el 'Desarrollismo'. Los signos distintivos del primer 600 eran los tres bigotes en el morro, puertas suicidas, ventanillas correderas, pilotos sobre las altelas, parachoques liso sin topes, unas pequeñas protuberancias en los pilotos traseros y tapacubos pequeños de forma cónica. En su interior, las acciones para cambiar de posición las luces y los intermitentes se hacían con la llave de contacto hasta 1958, fecha en que se agregaron al volante las palancas y los topes de los parachoques. Ya en 1960 se presenta la nueva versión D, cuya vida comercial fue larga y exitosa, pero ésa es ya otra historia. El 600 N montaba un motor de cuatro cilindros y 633 cc y 21,5 CV de potencia.
Existe una opinión generalizada entre los coleccionistas de coches a escala 1/43 de que la reproducción del Fiat 600 de la marca italiana Brumm es la mejor que hay en el mercado. Y éste parece ser que fue el punto de partida por el que el fabricante de miniaturas con base en Poltrona di San Mamette se lanzara a fabricar una versión Seat de su Fiat 600. Fue el coleccionista y empresario César Martín, propietario de la tienda 'Master Hobby' en Tarrasa, Barcelona, que en su condición de distribuidor de los productos de Brumm, propone al fabricante en 2003 la realización de una reproducción exclusiva del Seat 600 para el mercado español, resultando la versión elegida el primigenio 600 N. Tres referencias fueron realizadas por Brumm, la MH0101 de color blanco y con matrícula de Barcelona; la MH0102 de color gris medio y matrícula de Madrid; y la MH0103 de color azul ceniza y matrícula de Barcelona. Cada modelo viene en un empacaje especial bajo el eslogan 'Seat 600, el símbolo de una época', así como con un libreto con la información del coche en sí y de la miniatura.
Lo que más destaca del modelo a escala es su excelente molde, de medidas y proporciones correctas y precisas. Viene detallada con diferentes piezas de plástico independientes como los faros traseris y delanteros, los intermitentes, las matrículas, parabrisas y las bigoteras. Otra característica que suma a su favor es la apertura de la tapa del motor y la esmerada reproducción de la mecánica. Pese a las excelentes versiones del 600 realizadas por Solido, a juicio de quien les escribe, el de Brumm se encuentran un paso por delante.
Al igual que muchos españoles de su época, un Seat 600 N fue el primer coche que tuvo mi abuelo paterno José Romero Bohollo. Llegó a tener tres 600. En la última foto que ilustra esta entrada podéis ver ese primer 600 N que tuvo con mi querida y guapísima abuela Pepi Cabrera, posando delante de él.
1 comentario:
Enhorabuena por esa pedazo colección. Sabia que el 600 no iba a faltar, aunque si te falta el Abarth 1000 TCR, el pura sangre de Abarth.
Un saludo y enhorabuena!
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