martes, marzo 29, 2011

Mercedes LP 1624 'Transthermos' de Minichamps















Mercedes Benz presentó en el Salón de Frankfurt de 1963 una nueva generación de camiones de gran tonelaje cuya principal característica era su cabina adelantada llamados LP 1620, que destacaban por su diseño cúbico. De repente, todos sus predecesores, que databan de la década de los 50, parecieron obsoletos. 

La cabina de diseño totalmente cuadrado aprovechaba todo el espacio disponible y la mayor superficie acristalada otorgaba al conductor una mejor visión. También la distribución interior, con un nuevo cuadro de mandos, mejoraba notablemente la seguridad pasiva. Esta nueva forma de cabina también trajo ventajas con respecto a la colocación del motor. 

El seis cilindros OM326 diésel se acomodaba mucho mejor y el mantenimiento mecánico era ahora más sencillo. Por tanto, parece ser que Mercedes había logrado un producto sobresaliente en todos los sentidos. Las diferentes variantes no se hicieron esperar y el nuevo Mercedes de 16 toneladas empezó a venderse como tráiler, con remolque y bolquete. 

En 1965 se introduce una cabina 20 centímetros más larga, lo que posibilitó que en el hueco que quedaba tras los asientos se montasen dos literas. En 1967 incorpora el nuevo motor OM355 de 230 cv, dando lugar así al LP 1623 y en 1969 ya estaba disponible el LP 1624, con 240 cv de potencia. Esta serie de camiones alcanzó su clímax con la aparición del LP 1632, que montaba un motor V10 de 320 cv. El último LP 1624 se vendió en Alemania en 1972, pero continuó exportándose hasta 1975. 

 De manos de Minichamps presento hoy esta bonita miniatura de un Mercedes 'cabina cuadrada' LP 1624 en configuración de tren de carretera y con carrocería de transporte frigorífico. El detallado de la miniatura es realmente bueno aunque los de Minichamps parecen estar ajenos a que existen los adornos en material fotograbado. Entre los mejores detalles de la miniatura destacaría los dos aparatos de aire para las cajas isotérmicas.

domingo, marzo 27, 2011

Ford LTD Brougham 1973 de American Excellence






Resulta especialmente curioso como el concepto de automóvil medio cambia tan radicalmente cuando se habla del mercado europeo y del estadounidense. Mientras en el año 1973 el Ford LTD, una berlina de 5,6 metros de largo y equipada con enormes motores V8 representaba el paradigma del auto predilecto del usuario medio en Estados Unidos, su equivalente en Europa bien podría ser un Ford Taunus, bastante más recortado en su tamaño y movido por un motor de cuatro cilindros. 

La primera vez que la Ford Motor Company empleó la denominación LTD fue en la versión tope de gama del Galaxy de 1965. Un año después el LTD ya tenía su propia serie. En relación a estas siglas, unos decían que eran la abreviatura de Luxury Trim Decor, mientras que en Australia, donde Ford vendía otro modelo llamado LTD se entendió como Lincoln Type Design. Finalmente, fue la revista 'The Original Car Life' la que cuando se presentó el primer LTD dejó claro que simplemente se habían elegido tres letras al azar. 

En 1973, Ford introdujo una nueva serie del LTD que seguía siendo ocupando el tope de gama de la marca. Pese a ser un modelo más ligero que sus antecesores, seguía siendo un coche grande de algo más de dos toneladas donde la maniobrabilidad y el ahorro de combustible eran dos de sus principales flaquezas. Con todo, esta serie de Ford, que se mantuvo en el mercado hasta 1978, obtuvo muy buenos números de ventas ya que el coche tenía cualidades como confort, muy buena calidad de fabricación y un precio razonable. 

El LTD de 1973 contaba con una nutrida oferta mecánica, la cual comenzaba con el Windsor V8 de 4,9 litros (302 ci) y continuaba con el Cleveland V8 en sus variantes de 5,8 (351 ci) y 6,6 litros (400 ci). El resto de la gama lo componían el 351M de 5,8 litros (351 ci) y dos variantes del Ford 358, una de 7 litros (429 ci) y 7,5 litros (460 ci). Todos estaban adaptados a la nueva normativa federal sobre emisiones y ahorro de combustible. 

Había tres versiones de carrocería, sedán, coupé y familiar, mientras que los niveles de equipamiento eran Landau, Brougham y Country Squire (decoración tipo woody sólo disponible con la carrocería familiar). Junto con el Dodge Monaco, el Ford LTD es uno de los coches que más han aparecido en las películas y series de TV policíacas ambientadas en la América de los años 70. 

De la mano de American Excellence llega un nuevo miembro a la familia de coches americanos de Neo Scale Models. En esta ocasión se trata del primer Ford americano que realiza esta marca y se trata de un LTD Brougham, fácilmente reconocible por su techo de vinilo. El nivel de la miniatura está a la altura de todos los productos presentados hasta ahora. La elección del color es muy correcta, más que la versión especial que vende Modelcarworld en color amarillo con techo de vinilo verde. Quizás el punto más criticable sea el frontal, que pese a estar bien ejecutado da la sensación de ser demasiado grande.

sábado, marzo 26, 2011

BMW 3200 CS Bertone de Neo Scale Models







Después de que a finales de los 50 BMW estuviera al borde de la bancarrota, la firma bávara afrontaba los 60 con más ilusión que nunca. En en Salón de Frankfurt de 1961 la marca acudió con dos nuevas propuestas. La más novedosa y que más impacto generó fue la nueva berlina 1500, el primer coche de la denominada 'Neue Klasse'. Por otro lado, estaba el que iba a ser el último modelo de la vieja escuela, la evolución final de la vieja plataforma y del motor V8, el 3200 CS. 

En 1960, el jefe de Marketing de BMW, Helmut Werner Bonsch, propuso construir un coupé sobre la base del BMW 503, modelo cuya producción finalizó un año antes, adaptándole una carrocería del Lancia Flaminia Coupé de Pininfarina y colocándole un frontar de BMW, pero la idea no llegó a buen puerto y la dirección de la marca la rechazó. Finalmente, la dirección encargó el trabajo de desarrollar el sustituto del 503 al ingeniero jefe Fritz Fiedler, quien confió en que fuera el diseñador italiano Bertone el encargado de dibujar una carrocería coupé para un chasis que contaba ya con 10 años de antigüedad. 

Igualmente, para la mecánica se empleó el vetusto V8 OHV de BMW de 3,2 litros de cilindrada y con 160 cv de potencia gracias a un nuevo sistema de doble carburación. La caja de cambios era manual de cuatro velocidades y los frenos eran de disco delante y de tambor detrás. En tres años de producción BMW sólo vendió 538 unidades de este exclusivo y caro coupé que tenía en su diseño y apariencia su mejor baza, ya que técnicamente, estaba del todo obsoleto. 

Y es que el 3200 CS anticipó las líneas de los nuevos BMW que estaban por venir, destacando una línea de cintura especialmente baja y un elemento que siempre ha estado presente en el diseño de BMW desde entonces, el Hofmeister Kink, que es como se denomina a la peculiar forma del pilar C, obra del entonces director de diseño de BMW, Wilhelm Hofmeister. De las 538 unidades fabricadas, sólo una se realizó con carrocería descubierta para uno de los mayores accionistas de la marca bávara, Herbert Quandt. El mayor legado que dejó el 3200 CS fue su influencia en el diseño de la nueva generación de coupés de la marca, los E9. 

El primer modelo que Neo Scale Models fabricó en la escala 1/18 fue el BMW 3200 CS, tanto en carrocería coupé como cabrio, y un año después ya tenemos una preciosa réplica de este fenomenal coche en 1/43. La miniatura destaca por un molde bastante bien realizado y decorado con muchos fotograbados. La combinación de colores elegida es muy típica y genera un bonito contraste en el conjunto, aunque también se puede elegir otra en azul y beige. Ahora sólo nos queda esperar a ver si Neo nos trae el cabriolet.

martes, marzo 08, 2011

Lamborghini Miura SV de Auto Art












Desde su misma presentación en el Salón de Ginebra de 1966, el Lamborghini Miura se convirtió en uno de los más codiciados objetos de deseo del mundo de la automoción. Artistas de cine, grandes empresarios y millonarios playboys lo eligieron como símbolo para exhibir su estatus en los escenarios más glamourosos del planeta. No obstante y pese a su halo de divinidad, el Miura distaba mucho de ser un coche perfecto, es por eso que a lo largo de su trayectoria, bastante corta comparado con otros modelos de la marca de Santa Agatha, fue objeto de mejoras y modificaciones.


En 1971 los Miura incluyeron de serie los discos de freno ventilados que se incluyeron en los últimos modelos del Miura S, nueva variante introducida en 1969 con el motor modificado para entregar 370 cv por los 350 del original. También se trabajó en el chasis, pero quizás la mayor novedad técnica era que tanto el motor como la caja de cambios ya no compartían el mismo depósito de aceite en aras de una mejor y eficiente lubricación de sus componentes, uno de los puntos flacos del Miura hasta el momento. Igualmente, por el módico precio de 275.000 liras podía incorporar un nuevo diferencial autoblocante fabricado por ZF. Todos estos cambios supusieron el nacimiento de la última y más radical variante del Miura, el SV.

Estéticamente, podemos diferenciar al Miura SV de sus antecesores, los Miura P400 y P400 S por montar un nuevo juego de neumáticos traseros más anchos que obligaron a ensanchar los pasos de rueda, ganando así unas formas aún más sensuales. El esquema de suspensión trasero pasó de ser de triángulos a cuadriláteros. Igualmente, se modificó la carburación del motor, por lo que el V12 de 4.0 litros rendía ahora 385 cv, 15 cv más que el Miura S y 35 más que el Miura original de 1966. Pese al aumento de potencia, las prestaciones del SV no diferían mucho con las del S en cuanto a la velocidad máxima precisamente debido a los nuevos neumáticos Pirelli más anchos que le daban mucho más agarre.

Con todo, el Miura SV es para muchos especialistas del motor el primer superdeportivo de la historia. Con sus 385 cv era el coche más rápido y potente de su tiempo, superando a otros superclase como el Ferrari 365 GTB/4 Daytona, el Aston Martin V8, el De Tomaso Pantera, el Iso Grifo 7 Litri e incluso el Monteverdi Hai. De hecho, el Miura SV sólo se construyó por encargos y en los apenas dos años que estuvo en producción no se fabricaron más de 150 ejemplares.

Hoy en día el Miura SV es el Lamborghini más buscado por los coleccionistas de clásicos y el precio de un ejemplar en perfecto estado de conservación es superior al de un Murciélago de concesionario. Todos los fans del Miura siempre recordarán muy bien las primeras escenas de la comedia de los 70 'The Italian job', protagonizada por Michael Caine, donde un Miura rojo circula por las reviradas carreteras de Los Alpes italianos hasta que sufre un aparatoso accidente.

Posiblemente los lectores del blog al ver que en esta entrada he usado una presentación gráfica más extensa de lo normal intuyan que se trata de una miniatura realmente especial. Y no están equivocados. Ya he hablado muchas veces en este blog de lo poco que Auto Art se prodiga con la escala 1/43, y últimamente es cierto que han aparecido muy pocas miniaturas de esta escala, menos aún de mi interés como coleccionistas, de hecho creo que los últimos Auto Art que he mostrado aquí son el BMW M3 Sport Evo y el Porsche 928. Pero hace poco antes del verano en varios foros especializados nos hacíamos eco de que Auto Art preparaba una nueva línea de productos 1/43, cuya principal característica era que incorporaban un buen número de partes operables. Realmente para los coleccionistas europeos era algo casi nuevo, pues sólo habíamos visto algo similar en las miniaturas de la marca australiana Trax de su serie Opal, modelos con una difusión muy limitada en Europa, y en Kyosho, precisamente con un Lamborghini Countach LP 400 realizado en colaboración con el fabricante artesanal italiano MR, que sí fabrica miniaturas con todas las partes operables, pero lo hace en resina y en tiradas muy limitadas. Por tanto, la expectación por estos nuevos Auto Art era máxima. Unas semanas antes de la celebración del Salón de Nuremberg 2011 Auto Art ya nos anunciaba en su web el primer modelo de su nueva gama de productos, denominada 'Signature Series'. Era un Lamborghini Miura SV, disponible en dos de los colores más comunes para este coche, amarillo y naranja.

Hoy aquí muestro el Miura SV amarillo de la 'Signature Series' de Auto Art. Como coleccionistas, ni estoy a favor ni en contra de las miniaturas 1/43 con aperturas. Simplemente me fijo en cómo las resuelven. tengo experiencias positivas con Kyosho, Minichamps y la propia Auto Art (sólo abren capó), pero no tanto con otras marcas como Franklin Mint o Detail Cars, cuyos rudimentarios sistemas de aperturas creo que desvirtúan sus miniaturas, aunque claro, hablamos de modelos con unos años encima. Así pues, el poseer en mi colección el nuevo Miura SV de Auto Art obedece más que nada a incorporar un nuevo tipo de miniatura. Con el modelo en la mano, creo que el precio que he pagado por él es razonable, pues bajo mi punto de vista es un trabajo de orfebrería. Una de mis dudas era precisamente cómo se resolverían los mecanismos de apertura y si ello afectaría a las formas del coche, pero no es así, los mecanismos son muy similares a los del coche real y las piezas encajan muy bien gracias a unos imanes estratégicamente colocados. El nivel de detalle es abrumador, vamos, más propio de una miniatura de resina que de metal y no destaco nada en particular, pues el conjunto es increible. Los logos, los limpiaparabrisas y muchos de los elementos del interior son de fotograbado. El enmoquetado es real. Las ruedas tienen dirección. A mi juicio, Auto Art ha realizado una apuesta súmamente atractiva y valiente, dado el terreno que últimamente están comiendo al diecast muchos fabricantes nuevos que han optado por la resina y a precios más asequibles, tal es el caso de gente como Neo o Spark, y que marcas como Minichamps, otrora líderes del diecast en 1/43, parece que se han dormido en los laureles. Eso sí, el precio de este Auto Art 'Signature Series' triplica al de las series normales, por lo que habrá que ver que respuesta logran a largo y plazo y si es cierto que estamos ante una nueva forma de hacer miniaturas. Por lo pronto, ya hemos sabido que la 'Signature Series' de Auto Art va a tener continuidad y ya hay anunciados un Lamborghini Countach 5000 S QV, un McLaren F1 y varios Porsche. Permaneceremos atentos.

lunes, marzo 07, 2011

Chevrolet Impala Convertible 1959 de Spark






El año 1959 supuso todo un punto de inflexión en el diseño automovilístico norteamericano. El genial diseñador Harley Earl afrontaba su último año como máximo responsable de diseño de la General Motors y todos los productos del gigante norteamericano llevarían en sus líneas la impronta de la conclusión de la una época, la de los diseños de inspiración galáctica y espacial. 

1959 fue el primer año en que Chevrolet usó el nombre Impala para uno de sus coches. Esta denominación apareció justo un año antes como la versión más lujosa y equipada del Bel Air. Ahora el Impala era el tope de la gama Chevrolet. Pese a ser más largo, ancho y bajo, el nuevo Impala daba la sensación de ser un coche más grácil y ligero que su barroco y también precioso antecesor. 

Con un diseño donde predominaban las formas planas y las líneas rectas, llamaban especialmente la atención las dos aletas que remataban su trasera, que le conferían un estilo similar al Batmobile. Estas junto con los grupos ópticos traseros en forma de lágrima alargada han pasado a la historia como uno de los elementos más característicos de la edad de oro del diseño automovilístico americano. 

El bulboso parabrisas envolvente creaba un precioso contraste con la carrocería. En el apartado mecánico, el Impala montaba un V8 Super Turbo-Thrust de 5,7 litros que rendía 335 cv gracias a sus tres carburadores. Este motor derivaba directamente de las unidades que Chevrolet usaba para las carreras de stock cars. 

La campaña publicitaria con la que GM vendía este coche reunió a Pat Boone y a Dinah Shore que cantaron "lo bonito que sería ver los Estados Unidos desde un Chevrolet". Después del bonito Bel Air Impala de 1958 de American Excellence, las coincidencias han querido que hoy mostremos a su sucesor, el Impala de 1959. 

Esta miniatura supone el desembarco del fabricante británico Spark en el mundo de los grandes clásicos norteamericanos de los 50. En primer lugar hemos de decir que se trata de un molde muy bien hecho, tiene las mismas proporciones que el viejo Impala de Vitesse. El nivel de detalle podemos definirlo como exhuberante, aquí Spark ha sabido hacerlo bien y podemos decir que quien se ha acostumbrado a la buena calidad de los americanos de Neo-American Excellence no quedará defraudado con los Spark, por lo menos con este Chevy. En fin, quedamos a la espera de futuras realizaciones similares de Spark.