Imperial inició su andadura como división independiente dentro de la Chrysler Corporation en 1955. En lo sucesivo, los coches de la marca Imperial pasarían a ocupar el escalafón más alto del grupo y estarían destinados a competir directamente con los productos más exclusivos de sus competidores directos en los EEUU, o sea, Cadillac y Lincoln, aunque también con otros fabricantes del mismo segmento como pudieran ser Rolls Royce, Jaguar, Daimler o los grandes sedanes 300 de Mercedes, entre otros.
Ese mismo año, Chrysler, a través de su jefe de diseño, el genial Virgil Exner, introduciría su distintivo estilo 'Forward Look' que estaría presente en todos los automóviles de la marca, desde el más modesto Plymouth hasta los nuevos y lujosos Imperial. También se referían al 'Forward Look' como el 'Million Dolar Look'.
Para 1956 la gama Imperial no registró un cambio estético significativo respecto al año anterior con la excepción de las aletas traseras que eran menos pronunciadas y de menor tamaño, aunque seguían coronadas por las peculiares luces traseras con forma de cañón. El motor V8 Hemi creció hasta los 5.8 litros erogando 280 CV de potencia. 1956 fue también el año en que Chrysler introdujo en sus coches la nueva caja de cambios automática Powerflite accionada por botones. También se incluyó una autorradio específicamente fabricada por Philco, el modelo Mopar 914 HR, la cual se vendía como opción a 150 dólares.
La gama Imperial de 1956 estaba integrada por tres tipos de carrocería: sedán -con una increíble batalla de 133 pulgadas para una berlina estándar-, el coupé y la limousine de 149,5 pulgadas de batalla bajo el código interno C70. Todos lucían el mismo frontal que los Chrysler de gama alta con la parrilla de diseño 'egg-crate' dividida en dos, aunque en los Imperial estaba bien visible el emblema del águila en el centro. Un total de 175 limousines fueron fabricadas en 1956, el último año producidas por la propia Chrysler, puesto que a partir de 1957 estas serían fabricadas en Italia por Ghia.
El interior de las limousines Crown Imperial estaba primorosamente realizado en cuero, tela y moquetas de la más alta calidad. Tenían capacidad para ocho pasajeros gracias a dos asientos plegables que se abrían entre las filas principales. Elevalunas eléctricos, aire acondicionado, radio, servofreno y dirección asistida se incluían de serie. En el caso de las limousines Imperial de 1955 y 1956, Virgil Exner inspiró su estilo en el Parade Car Phaeton que diseñó en 1954 y fue empleado por el propio presidente Eisenhower en alguna ocasión.
Hoy día el término limousine nos suele evocar en la mente la imagen de un Lincoln o a lo sumo un Cadillac Fleetwood, pero hubo un tiempo en que Chrysler fabricó más limousines que nadie y el mejor ejemplo de ello puede ser el Imperial de 1956, sin duda, una de las limousines con más clase y estilo jamás producidas.
GLM, especialista de Hong Kong en miniaturas realizadas en resina de vehículos de alta gama tanto clásicos como actuales, viene labrándose una notable reputación entre los coleccionistas gracias a su bien seleccionada gama de productos y a la calidad de la misma. La limousine Crown Imperial de 1956 lleva en su catálogo unos años, aunque ya cada vez era más difícil de encontrar. No obstante, una vez más la paciencia jugó a mi favor y he podido conseguirla, ligeramente más económica que con su precio original. Fue un regalo de estas pasadas Navidades por parte de mis padres Miguel Ángel y Concha. El coche goza de un acabado de primerísimo nivel destacando el fino detallado con que cuenta, sobre todo por la profusión de piezas independientes de metal fotograbado empleadas que le otorgan un enorme realismo a la pieza. El molde parece correcto en formas y proporciones. Es una miniatura que destaca por su enorme tamaño e incluso por su peso pese a estar realizada en resina.
1 comentario:
una belleza por donde se lo mire.
saludos!
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