domingo, octubre 13, 2019

Imperial Crown Convertible 1963 de Neo Scale Models








La llegada de la década de los 60 supuso que la mayoría de fabricantes de automóviles de Estados Unidos comenzaron a abandonar los diseños barrocos de los años precedentes dando lugar a coches de aspecto más limpio pero a la vez más anchos y largos. En lo que a la Chrysler Corporation se refiere, se introdujeron los nuevos modelos de construcción unitaria. Pero paradójicamente, los coches de su gama superior, los Imperial, siguieron manteniendo aún los diseños barrocos de finales de los 50 y esquema de construcción separado chasis/carrocería.

Imperial es una de las denominaciones más históricas de Chrysler para designar a sus modelos más lujosos y entre 1955 y 1975 de forma ininterrumpida adquirió entidad propia como marca separada: La Imperial División of Chrysler Corporation. La gama Imperial de 1961-1963 corresponde a los últimos coches diseñados por el que hasta ahora había sido el máximo responsable del estilo de los autos de la Chrysler Corporation, Virgil Exner. Justo en 1961 se incorporaría al departamento de diseño de la compañía Elwood Engel, procedente de Lincoln, el cual tomaría las riendas plenamente a partir de los modelos de 1964.

Dos eran los principales rasgos estéticos que diferenciaban a los Imperial entre 1961 y 1963: el primero, las luces delanteras, independientes y sin carenar, pero alojadas en un hueco del frontal de la carrocería, un recurso estético muy llamativo y con una gran reminiscencia del pasado pero que fue criticado por algunos propietarios por la dificultad que generaban a la hora de lavar el coche. El segundo, las aletas traseras, cada vez más bajas, pero siendo uno de los pocos autos americanos de su tiempo que las conservaba junto con Cadillac y apenas alguno más.

El Imperial Crown de 1963 se ofertaba con tres tipos de carrocería: el Southampton Sedan de cuatro puertas, el Southampton Hardtop Coupé y el Convertible, siendo éste último el más exclusivo de todos ya que se fabricaron sólo 531 unidades, eso sí, sin contar la limusinas hechas por Ghia en Italia bajo estricto encargo.

La parrilla frontal de una sola pieza y forma rectangular, las luces traseras integradas en la bajada de las aletas y la rueda de repuesto integrada en la tapa del maletero eran la señas de identidad de los Imperial de 1963. Todos equipaban el poderoso motor V8 Wedgehead 413 ci -6.7 litros- y 340 CV de potencia, aparejado a una caja de cambios automática Torqueflite accionada mediante botones.

Tocaba ya dar un poco de cariño en el blog a la marca Imperial, de la que tengo pocos ejemplares. Por recomendación de mi buen amigo Julio Castro-Karg de México, y porque lo tenía un poco en el punto de mira, decidí adquirir el Imperial de 1963 de Neo Scale Models. Estaba de oferta y más un cupón de descuento en la tienda, lo conseguí a menos de la mitad de lo que cuesta. Y lo cierto es que ha sido una gran satisfacción pues se trata de una magnífica miniatura, cosa de la que ya mi buen Julio me había advertido: molde perfecto en formas y proporciones y una terminación en la línea de los mejores trabajos de Neo, y eso que este coche reduce al mínimo el uso de piezas de fotograbado, cosa que no está mal pues suelen ser las que dan problemas en estos modelos. Precioso detalles como el emblema de Imperial sobre el capó, el realismo de los faros independientes y la calandra y todo el interior muy bien representado, incluyendo el típico volante ovalado de estos coches. Una miniatura muy recomendable y fácilmente de encontrar rebajada, merece mucho la pena.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Guapo a rabiar el Crown, enhorabuena! Es una de esas marcas que siempre he visto con cariño, por lo incomprendida que fue en su momento. Preciosa miniatura, pero es que Neo clava los clásicos americanos. Saludos, maestro.
Roberto-Llana7.