sábado, septiembre 14, 2019

Pegaso 1031 'Cementos Tigre' de Salvat








La Empresa Nacional de Autocamiones SA -Enasa- se funda en España hacia finales del año 1946 como empresa pública promovida por el Estado Español con el objetivo de contribuir a la recuperación económica del país tras la posguerra siguiendo una premisa sencilla: disponer de vehículos industriales para mover las mercancías y activar el mercado y el empleo. Muy pronto Enasa se distinguió por ser una empresa con un grandísimo componente de innovación, todo gracias a su polifacético presidente, Wifredo Ricart y al Centro de Estudios Técnicos de Automóvil -CETA- que él mismo promovió, un organismo vinculado en principio a la compañía y desde el cual fluían ideas y proyectos. 

En un principio, los productos de Enasa bajo su marca Pegaso destacaron por su alta calidad de fabricación y su apuesta por la tecnología más avanzada. Eran camiones fabricados siguiendo métodos propios de los productores de automóviles más refinados. Sin embargo, existía un punto en contra bastante importante, los camiones Pegaso eran muy costosos con respecto a su competencia debido a todo lo expuesto anteriormente, sobre todo, porque no existía una industria auxiliar acorde a este producto. Enasa era quien lo desarrollaba y fabricaba todo.

La rápida y positiva evolución de Enasa en sus primeros años de vida captó las miradas de otros fabricantes, maravillados por la actividad de este pequeño constructor en un país como España, muy aislado económicamente del exterior. La empresa británica Leyland halló en Enasa el socio perfecto para poder introducir sus productos en España y a la par beneficiarse de su tecnología. El acuerdo de materializa en 1957, un año antes de ese 1958 que supone el fin de la primera etapa de Enasa, incluida la salida de la empresa del que fuera su alma mater, Ricart.

En octubre de 1958, Leyland recibe cabinas y motores del modelo Z207 Barajas, los cuales servirían para el desarrollo del nuevo camión que marcaría la colaboración de ambas empresas, el denominado en principio en fase de prototipo Z215, pese a que ya desde ese mismo año las denominaciones Z habían desaparecido dando pie a las nuevas de cuatro dígitos.

Denominado finalmente 1031, heredaba la cabina de los Barajas, similar a la del Cabezón, pero con una caída trasera más curva, además de su excelente y moderno motor V6 diésel de 7.5 litros y 120 CV de potencia. El 1031 se fabricaría entre julio de 1960 y marzo de 1962. Su fabricación se realizaría en la planta de Barajas. El 1031 era un camión de ocho toneladas y se producían en Barajas unas 100 unidades al mes.

Respecto al Barajas Z207, con el que convivió en producción unos meses, el 1031 tenía un chasis más recto y largo. La cabina perdía la visera y ganaba dos nuevas ventanas laterales que daban a la cabina más luminosidad. A finales de 1961 la producción de los 1031 y su hermano pequeño, el 1010, era de 130 unidades mensuales en Barajas. Sin embargo, se toma la decisión de poner fin a su fabricación puesto que desde Enasa y Leyland ya se tenía un nuevo proyecto cuyas vistas estaban puestas en la importación. Se trataba del célebre Comet, quizás no tan avanzado como los Barajas y sus derivados, pero sí más económico. Así pues, los 1010 y 1031, los modelos híbridos de transición hasta la definitiva entrada de Leyland en Enasa ponen fin a su fabricación, siendo considerados hoy día auténticas joyas y, posiblemente, de los Pegaso más raros y exóticos jamás fabricados.

El modelo que nos ocupa, el Pegaso 1031 con carrocería de Sucarrats y decoración de la empresa Cementos Tigre corresponde al número 11 de la colección Camiones Pegaso de la editorial Salvat. Cementos Tigre es una empresa de la ciudad de Cervera, provincia de Lérida, fundada y propiedad de la familia Carulla y especialista en la producción de cementos naturales y cal hidráulica. Dicha empresa adquirió en 1960 un Pegaso 1031 que lo mandó carrozar a otra mercantil de Cervera, Sucarrats, para el transporte de sacos de cemento y cal. Sucarrats lleva desde el siglo XIX en el negocio de la carrocería, en sus principios como fabricante de carros y especialista en la transformación de camiones en lo sucesivo.

La miniatura, como viene siendo habitual en este tipo de coleccionables, es de manufactura Ixo. En esta ocasión destaca por su excelente acabado exterior, las formas precisas y correctas de su molde y su sorprendente peso, de hecho, podría pasar por una miniatura de mayor categoría, por lo que merece la pena dar la enhorabuena a la editorial Salvat por el producto que viene ofreciendo y que ya hemos publicado en el blog algunos. Como opinión personal, considero que se trata del modelo más interesante que ha salido hasta ahora en el coleccionable. El vistoso colorido de su decoración, detalles como los sacos de su caja, el interior con el cuadro bien detallado y los asientos de diferente color, los logos del carrocero y de 'Pegaso, el camión español' bajo el chasis, hacen de esta miniatura una creación hecha con pasión, cosa que los coleccionistas muy seguro han premiado. Lo dicho, una miniatura de lo más interesante y que, si estás dudando en cogerla, no lo pienses más, a ver si al final vas a terminar pagando más de la cuenta.

No hay comentarios: