Suiza siempre ha sido un país especialmente restrictivo con todo lo que tiene que ver con los coches y el automovilismo. Ni siquiera el compartir sus fronteras con tres de los principales productores de automóviles del mundo como son Francia, Alemania e Italia, ha posibilitado que la Confederación Helvética haya desarrollado una industria propia del automóvil. Quizás el mayor intento por situar al país alpino en el panorama mundial del motor fue el que protagonizó Peter Monteverdi entre el final de los 60 y mediados de los 80.
Peter Monteverdi, hijo del propietario de un taller de reparaciones en Binningen, sur de Basilea, era un gran apasionado del mundo del motor. A principios de la década de los 60 construyó y vendió un monoplaza de competición con motor Porsche llamado MBM (Monteverdi Basel Motors) con el que intentó participar en el Campeonato de F1, concretamente en el Gran Premio de Alemania celebrado en Hockenheim, no logrando clasificarse para el mismo. Tras esta fallida aventura heredó el negocio de su padre que amplió convirtiéndolo en concesionario de las marcas BMW, Fiat Abarth, Lancia y Ferrari, lo que vino a demostrar su espíritu emprendedor y su buen ojo para los negocios. Pero la idea de fabricar sus propios coches seguía en su cabeza y una vez que sus finanzas habían mejorado de forma ostensible volvió a la carga aunque en esta ocasión no era un auto de carreras lo que quería construir, sino automóviles deportivos de lujo, de hecho, fue el propio Peter Monteverdi el que popularizó entonces el mantra de "si no encuentra un coche a su medida, fabríqueselo usted mismo".
Como pequeño fabricante que era, Monteverdi emprendió el camino más económico que había entonces para la construcción de un deportivo: recurrir a un diseñador italiano para la carrocería y equiparlo con un potente motor americano. El primero de los trabajos sería encomendado a Pietro Frua de Turín. Y para la parte mecánica Monteverdi importó desde Detroit los potentes y robustos motores Chrysler Magnum V8 de 6,9 y 7,2 litros, preparados para erogar 375 cv de potencia, de ahí el nombre del vehículo. Todo el conjunto se montaba sobre un robusto chasis de armazón de acero construido por Stahlbau Muttenz GMBH.
Presentado en el Salón de Ginebra de 1967, el 375 S 'High Speed' Frua era un elegante biplaza de silueta estilizada muy al gusto de la época, con el morro muy largo y la zaga compacta. Tenía un razonable parecido con otras creaciones Pietro Frua, como el Maserati Mistral o el AC 428, éste último, un auto de filosofía muy similar. Estaba disponible con cambio manual de cinco velocidades o automático de tres. Su interior estaba construido acorde con los más altos y exclusivos estándares de calidad y no faltaban la tapicería y revestimientos en cuero y los ornamentos en madera, además de un sinfín de extras.
Algo más de una decena de modelos del Coupé 375 S se construyeron entre 1967 y 1969. El siguiente paso sería la construcción de un modelo de 4 plazas, el 375 L, pero con apenas un par de ejemplares en la calle, la relación entre Peter Monteverdi y Pietro Frua terminó de forma abrupta. A partir de entonces el empresario suizo canceló la producción del biplaza 375 S manteniendo sólo la del 375 L, que fue encomendada a la empresa Fissore de Savigliano, que ya se encargaba de construir las carrocerías de Frua. La gente de Fissore rediseñó el coche construido por Frua sustituyendo su frontal de faros carenados por uno muy similar al del 375 S con grupos ópticos gemelos, aunque esa es ya otra historia.
La firma holandesa de miniaturas a escala 1/43 Matrix Scale Models presenta por fin su reproducción del Monteverdi 375 S Frua, un modelo muy esperado por los coleccionistas ansiosos de añadirlo a sus vitrinas junto a los otros Monteverdi de Neo Scale Models. Una vez más Matrix acierta de pleno con una miniatura que ante todo y como viene siendo habitual en este fabricante destaca por su fina y minuciosa manufactura que la convierten en una pequeña joya de la escala 1/43. El molde de formas y proporciones precisas recibe la cantidad oportuna de pintura y un rico ornamentado en piezas independientes (faros, frontal, retrovisores, tirados de las puertas, matrículas y parachoques) a lo que se añaden los logotipos, molduras de los cristales, llantas y anagramas en metal fotograbado. Si bien las miniaturas de Matrix no son precisamente baratas, este Monteverdi es el claro ejemplo de que el desembolso que piden no sólo está justificado, sino que merece muy mucho la pena.
4 comentarios:
Muy interesante vehículo y no menos la miniatura, en rojo queda espectacular. De Monteverdi recuerdo un todoterreno de lujo, puede ser?
Este coupé me recuerda un poco al Matra Simca Bagheera, pero hay que reconocer que esa misma carrocería era un "standard" en el diseño de muchos deportivos europeos de finales de los 60 y principios de los 70.
Y no me canso de ver estas miniaturas tan alucinantes, con esos detalles que solo se ven en las realizaciones de las marcas de alta gama.
Saludos y enhorabuena!
El todoterreno de Monteverdi es el Safari 4x4, basado en el International Harvester Scout. Neo hace la miniatura y ahora la tiene saldada en muchas tiendas, por si te interesa.
El diseño del 375 S se parece especialmente a otros dos coches coetáneos, el Maserati Ghibli y el Bitter CD, así como al AC 428 Frua o al Maserati Mistral.
La verdad que Matrix se curra mucho las miniaturas. Creo que valen lo que cuestan.
Saludos Antonio y gracias por la visita
Puede que la haya hecho también Minichamps, en color blanco?
Creo que perdí una subasta de esa miniatura, por no haber podido acceder al ordenador (ni al móvil) y me dio una rabia tremenda, acabó baratísima.
Saludos!
No, Minichamps tiene en color blanco el Maserati Mistral Coupé, que es un coche con cierto parecido a éste. Pero Monteverdi no hace ninguno.
Saludos
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