miércoles, agosto 19, 2015

De Soto Fireflite Sportsman 1956 de Collector´s Classics









La Chrysler Corporation creó en el año 1928 la marca De Soto con el objetivo de competir con sus principales rivales por el segmento medio de automóviles. La nueva división del grupo ofrecería un producto que daría la alternativa a los Buick, Pontiac y Oldsmobile de General Motors; a los Mercury de la Ford Motor Company; así como a otros constructores independientes como Studebaker o Nash. El nombre de la marca venía a recordar a Hernando de Soto, el mítico conquistador español que dirigió las primeras expediciones de exploración al actual territorio de los Estados Unidos. De hecho, podemos ver en el emblema de todos los De Soto la efigie del explorador extremeño.

El modelo Fireflite fue introducido como tope de la gama de De Soto en 1955 y en 1956 la marca viviría sin duda su mejor momento comercial gracias a un automóvil que se benefició de todos los recursos técnicos de la división superior Chrysler y que se ofrecía a precio de clase media, como por ejemplo nada más y nada menos que del motor Hemi V8 de 5,4 litros (330 ci) y 255 cv del Chrysler 300. La versión Sportsman sólo se vendía con la carrocería de dos puertas bien en configuración coupé o convertible.

Los cambios estilísticos también jugaron a favor, de modo que el nuevo Fireflite incorporaba una parrilla frontal de nuevo diseño en cuadrícula y presidida por una V en el centro, quedando desechada la tradicional parrilla de De Soto de lamas verticales. La trasera estaba coronada por dos aletines, tal y como iba imponiendo la moda, y los nuevos grupos ópticos eran de tres elementos (luces independientes para la posición, marcha atrás e intermitentes). Una nueva instalación de 12 voltios, dirección asistida, elevalunas eléctricos y caja de cambios automática Powerflite accionada por botones destacaban entre el extenso menú de opciones que se ofrecía para personalizar cada coche.

Todo ello se tradujo en el mayor éxito comercial de la marca del mítico explorador español, que logró su mayor éxito de ventas con 110.418 coches vendidos, lo que la aupó al 11º lugar del ránking anual de los Estados Unidos. A todo ello se añade que el comité de dirección de la mítica carrera de la 500 millas de Indianápolis eligió a De Soto como coche oficial de la prueba de ese año, para ello se hizo entrega a organismo presidido por Tony Hulman de una versión especial del Fireflite que se denominó Adventurer, con una versión potenciada del Hemi V8 que le permitía una mayor velocidad y con los colores blanco y oro. De Soto vendió una edición limitada de 186 coches réplicas del Adventurer que se usó como coche oficial de las 500 Millas de Indianápolis.

En este post estival rescato del fondo de mis vitrinas una miniatura que ya lleva unos años en mi colección y que -sorpresivamente para mi- no había aparecido aun en el blog. Se trata de la versión convertible del De Soto Fireflite Sportsman realizada por Collector´s Classics, un fabricante argentino de miniaturas en escala 1/43 para coleccionistas englobado dentro de la marca Buby, una firma señera de juguetes del país rioplatense. La miniatura está realizada en metal blanco y es sorprendente que no tienen el peso característico de los modelos fabricados en este material, como es el caso de Brooklin Models, aunque su calidad de terminación es mucho mejor, más fina y detallada. También las formas de los moldes empleados son muy buenas. Los Collector´s Classics destacan por su gran exclusividad pues son piezas numeradas y cada uno llega al coleccionista con su certificado y numeración, así como con una pegatina en el chasis donde está escrito el nombre de la operaria que se encargó del montaje de la miniatura. Sin duda, detalles que engrandecen un modelo de colección. Tristemente, los Collector´s Classics dejaron de fabricarse. En mi caso, he decir que soy propietario de una docena de miniaturas de esta marca que conseguí gracias a dos viajes que mi padre realizó a Argentina. Es por eso que este post me gustaría dedicárselo a él así como a los coleccionistas argentinos que visitan el blog y que me consta que son bastantes.

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