El 8 de mayo de 1966 Porsche lograba su sexta victoria en la Targa Florio cuando Herbert Müller y Willy Mairesse cruzaban la meta en primera posición absoluta al volante de un 906 de un equipo privado. Para la marca germana era su sexto triunfo en 10 años en una de las carreras más duras del calendario del Campeonato de Resistencia, la cual se disputaba en las reviradas carreteras de montaña de la región de Madonia, en la Provincia de Palermo, Sicilia. Unos meses antes, en el Salón del Automóvil de Frankfurt de 1965, Porsche presentaba dos años después del lanzamiento del 911 su versión descubierta, denominada Targa como homenaje de posteridad a la mítica Targa Florio, la cual dejó de correrse en sus condiciones originales en 1977 y en la que firma de Stuttgart ostenta el mayor número de victorias.
Siempre ha sido muy normal que los fabricantes de automóviles hagan uso del nombre de una prueba deportiva para un automóvil o a una versión especial del mismo, uso que puede estar justificado o no. Lo que nadie se imaginaba es que el nombre Targa -por Targa Florio- haya pasado a la historia de la automoción para definir una solución a la hora de construir un coche descapotable.
A la hora de desarrollar una versión de techo descubierto para el 911, Porsche trabajó sobre dos premisas: la seguridad y el mantenimiento de la línea del coche. De este modo, la pieza principal del sistema era un prominente arco de seguridad que aprovechaba la estructura del pilar B y al que se acoplaban dos piezas independientes: un pequeño techo rectangular sobre los dos asientos y una luna trasera de plexiglás, lo que permitía al propietario del vehículo jugar con esta modalidad según su conveniencia. El sistema permitía así el mantenimiento de la línea original del 911. De esta manera nació el 'Targa Top' de Porsche. Cabe destacar que de forma coetánea, la firma británica Triumph desarrolló un sistema parecido para su modelo TR4, en este caso denominado 'Surrey Top' y compuesto de dos piezas, la luna trasera envolvente y el pequeño techo rectangular, aunque sin arco central.
La primera generación 911 Targa, equipada con los motores 2.0 y 2.2, estuvo en el mercado hasta 1973. Un año después llegó la segunda generación del 911, la 930, que también se vendió con carrocería descubierta Targa hasta 1989, disponible con los motores de 2.7, 3.0 y 3.3. El 911 930 Turbo, introducido en 1975, también se podía equipar con techo Targa. En 1982 se presenta el primer 911 Cabrio con techo plegable de lona y con arco de seguridad que se retraía, que conviviría con el Targa en lo sucesivo. El sistema Targa original se siguió manteniendo en la siguiente generación del 911, el 964, que sería la última en contar con él dado que el siguiente 911, el 993, introdujo en su versión Targa un nuevo sistema de techo de cristal eléctrico que se replegaba tras la luna trasera, aunque ya esas son otras historias.
El sistema 'Targa Top' ha sido utilizado por Porsche en muchos otros de sus modelos, como el 914 o los más recientes Carrera GT o 918 Hybrid. Ferrari, con sus modelos 308, 320, 348 y 355 también empleó el sistema Targa, que denominó GTS, al igual que Chevrolet con el Corvette y Lamborghini en los Silhouette y Jalpa, aunque ninguna de estas marcas empleó el término Targa por razones obvias. El caso es que la palabra Targa se ha popularizado en el mundo del motor para nombrar a los vehículos descapotables que emplean el sistema que idease Porsche
Las dos miniaturas que ilustran el artículo son las dos primeras versiones del Porsche 911 Targa, el original (amarillo) y el 930 (verde), y están fabricadas por Minichamps. Ambas cuentan con un muy buen nivel de terminación tanto en las formas de sus moldes como en sus acabados. Hoy día son fáciles de encontrar y es probable que a un precio competitivo.
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