La empresa Bugatti había trabajado desde su fundación con la exclusividad como principal seña de identidad, tanto que se podía decir que no había dos Bugatti cien por cien iguales. Ello cambió un poco en 1934. Consciente de la excelencia técnica que hacían gala sus elitistas Type 41 Royale y Type 50 pero también del poco beneficio económico que aportaban, en 1934 Ettore Bugatti puso a trabajar a su hijo Jean al frente de un equipo para construir una nueva generación de modelos más asequible... Eso sí, que quede claro que no serían ni mucho menos coches populares, simplemente, más sencillos de producir.
El primer resultado se vio plasmado en un nuevo chasis más corto al que se dotó igualmente de un nuevo motor mucho más compacto y ligero que las enormes unidades que movían los grandes Bugatti. El prototipo de motor ocho cilindros en línea cubicaba 2,8 litros aunque el definitivo subió hasta los 3,3. Esta mecánica se basaba en la de los modelos Type 50 y Type 59 de competición y en su versión atmosférica erogaban 135 cv.
El nuevo modelo, que se denominó Type 57 estaba disponible en tres versiones diferentes en el momento de su lanzamiento. Coupé de cuatro asientos, convertible de dos asientos y berlina. Dado que la empresa tenía como campo de pruebas de sus coches las reviradas carreteras de Los Alpes, estos tres modelos fueron denominados como algunos de los picos más famosos de esta cadena montañosa, Ventoux para el primero, Stelvio para el segundo y Galibier para el tercero.
Denominado en honor del Paso Col du Galibier, esta versión del Type 57 fue un bonito sedán deportivo fabricado íntegramente por Bugatti. Diseñado en un principio como un coupé de cuatro asientos con una puerta de apertura suicida, finalmente se le colocó un pilar B y se le añadieron dos puertas, de este modo estamos viendo ya en la década de los 30 una tendencia automovilística que la mayoría de la gente piensa que es actual, la construcción de una berlina partiendo como base de una carrocería coupé, y no viceversa.
Todos los Galibier fueron equipados con la versión atmosférica del motor de ocho cilindros en línea de 3,3 litros, con 135 cv de potencia. Las llantas de radios Rudge Witworth y los frenos de tambor de 15 pulgadas eran elementos de equipamiento. Se estima que se construyeron un total de 65 Galibiers de entre las tres series del Type 57, de las cuales un 25 por ciento actualmente no montan la carrocería original.
La marca británica Spark ha conseguido en un par de años reunir en su catálogo una preciosa serie de modelos franceses de la denominada 'Age d'Or'. El último modelo que nos ofrece que he adquirido para mi colección es este precioso Bugatti Type 57 Galibier, un modelo que siempre me llamó mucho la atención y que me alegra el poder añadirlo a mis vitrinas. Esta miniatura refleja muy bien la buena evolución en cuanto a calidad de terminación y acabados que Spark está imprimando a sus últimas creaciones, por lo tanto es una compra muy recomendable que gustará especialmente a los aficionados a los coches de los años 30.
1 comentario:
Es una preciosidad, en la mano esta miniatura debe impactar. Yo tenía más a Spark haciendo coches de competición pero veo que también toca otros "palos".
Encima es un Bugatti...
Saludos y enhorabuena por la adquisición!
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