AC Cars es una de esas marcas que ha llevado siempre a gala la construcción de deportivos británicos en la más pura y filosófica esencia de su concepto. Coches de estilo atractivo, muy refinados y animados mecánicamente con piezas y componentes provenientes de la gran serie. Su primer gran éxito una vez pasada la II Guerra Mundial fue el Ace, un bonito y atractivo roadster que muy pronto se hizo un meritorio hueco entre las principales referencias de su segmento, los MGA, Austin Healey 100 y Triumph TR2. El éxito del Ace llevó a los muchachos de AC a realizar un modelo derivado, el Aceca, que era un Ace con un techo fijo de fibra de carbono y con más refinamientos interiores, el cual también conquistó el corazón de muchos apasionados automovilistas.
Así pues en AC Cars creyeron que el paso lógico tras el Ace y el Aceca era un coche de mayor empaque y distinción y de este modo en 1959 hace su aparición un nuevo AC. De mayor tamaño y con un diseño más estilizado y elegante que sus antecesores, el nuevo coche llevaría el nombre de Greyhound, una denominación que hace referencia a la típica raza canina del galgo británico y que evoca ante todo, velocidad.
Se tomó como punto de partida el chasis del Ace-Aceca, pero hubo que alargarlo para poder albergar cuatro asientos y una nueva suspensión independiente por ballestas. La carrocería fue obra de un diseñador de la casa, Alan Turner, y son muchas las voces que encontraron en él un sorprendente parecido con el Aston Martin DB4. Sea como sea, el diseño era tremendamente esbelto, elegante y de gran belleza.
El punto flaco del Greyhound estaba bajo su capó. Cuatro mecánicas se probaron en el Greyhound durante los cuatro años que se fabricó. El primero fue un dos litros de la casa que erogaba 75 cv. Después se probaron las unidades Bristol de seis cilindros en línea, de dos y 2,2 litros, basadas en un viejo diseño de BMW de antes de la II Guerra Mundial, que entregaban 105 y 125 cv. Los últimos equiparon el motor 2,6 litros Ford Zephyr de 170 cv. Y es que ninguna de estas cuatro mecánicas consiguió hacer justicia en forma de buenas prestaciones y manejabilidad al Greyhound, cuyo desarrollo suspuso un enorme gasto de dinero a la compañía, que terminó parando su producción ante la inminente llegada de uno de los grandes mitos de la automoción, el AC Cobra 286 diseñado en colaboración con Carroll Shelby.
La tendencia iniciada por Neo Scale Models desde sus principios de desarrollar miniaturas de modelos exóticos y poco conocidos de la historia de la automoción sigue dando sus frutos y la última manzana en caer de su árbol llega por fin a mis manos, el AC Greyhound. Neo nos presente una miniatura realmente excelente, con una formas del molde completamente acertadas y fidedignas y su habitual acabado, con muchas piezas independientes construidas en material fotograbado y otros múltiples detalles que le dan a la pieza un gran realismo. Me parece muy acertado el color elegido, este verde manzana metalizado muy propio para un coche así, combinado con un interior en British Racing Green. La miniatura supondrá un gran complemento para aquellos coleccionistas que se hicieron con el AC Ace de Neo en su día.
1 comentario:
Justamente le había echado el ojo apenas lo ví a la venta, para complementarlo con los ACE y ACECA. Excelente modelo!
Saludos!
Publicar un comentario