El carácter conservador del pueblo norteamericano siempre se ha visto muy bien reflejado en sus coches. Por norma general y pese a sus llamativos diseños, los automóviles del otro lado del Atlántico nunca emplearon soluciones técnicas innovadoras y su fabricación casi siempre siguió la premisa de "si es bueno, no hay por qué cambiarlo". Pero como en todo en la vida hay excepciones, tenemos algunos casos que curiosamente se han ganado su lugar en la historia de la automoción mundial, valgan como ejemplo los Cord de tracción delantera o el peculiar Torpedo de Thomas Preston Tucker con su motor trasero de seis cilindros opuestos.
La década de los 60 fue especialmente prolífica para la automoción norteamericana y especialmente para la General Motors. En 1963 irrumpió en el mercado el Buick Riviera, la respuesta al Thunderbird de Ford, y tres años más tarde apareció un nuevo contendiente, esta vez bajo la marca Oldsmobile.
Pese a estar basado en la misma Plataforma E que el Riviera, el Oldsmobile presentaba una diferencia técnica especialmente notable, era el primer automóvil norteamericano de tracción delantera que se presentaba desde los Cord de los años 30.
Tras sopesar varias denominaciones que luego serían empleadas por otros fabricantes, como Magnum, Scirocco o Raven, los directivos de GM optaron por Toronado, un nombre que no quiere decir nada y que se empleó en un concept car de Chevrolet de 1963.
El estilo del nuevo coche se basó en los diseños de David North, al mando del departamento de arte de Oldsmobile. Algunos de sus rasgos más característicos fueron los pasos de rueda achatados o dos detalles que evocaban claramente al Cord 812, los faros retráctiles y las llantas de orificios redondos dispuestos en círculo.
Bajo el capó se instaló un descomunal motor V8 Super Rocket de 7.000 cc y 385 cv, alimentado por un carburador Rochester Quadrajet de cuatro cuerpos y aparejado a una caja de cambios Turbo Hydramatic de tres velocidades. Igualmente, Firestone desarrolló un tipo de neumáticos exclusivo para el Toronado, los TFD, especiales para la conducción con tracción delantera.
La primera generación Toronado mantuvo la línea de carrocería de 1966 hasta 1971, aunque cada año se iban incorporando cambios técnicos y estilísticos, perdiéndose algunos de los elementos que lo hicieron tan característico en su aparición. Oldsmobile usó el nombre Toronado hasta 1992.
Entre todos los Toronado que se fabricaron el más especial es sin duda el que posee el popular periodista y presentador de TV estadounidense Jay Leno, un modelo de 1966 con el motor modificado para entregar 1.000 cv de potencia.
El quinto modelo -aquí sólo he presentado cuatro- de la nueva serie que el fabricante inglés Spark dedica a los coches americanos es el popular Oldsmobile Toronado, apostando así en un principio por coches tremendamente populares.
La miniatura de Spark goza de un buen acabado general y un color de los más característicos. En mi opinión creo que es el que más fallos presenta hasta ahora, aunque en un momento dado llegan a pasar desapercibidos, como los espejos retrovisores demasiado grandes, las defensas delanteras poco prominentes y el flanco plano de los pasos de rueda poco acentuados. Con todo es una miniatura muy bonita y llamativa que me gusta mucho y uno de los pocos Toronado decentes que podemos encontrar hoy día.
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