La década de los 70 no fueron buenos años para los fabricantes americanos. Los problemas derivados del embargo del petróleo cogieron desprevenida a una industria que durante dos décadas había vivido plácidamente pensando que las reservas del preciado oro negro serían eternas.
En este contexto, los grandes autos americanos tal y como se habían conocido hasta ahora, en los que el factor común era la predominancia de lo grande ante todo, tanto en carrocería como en motor, se revelaban como unas máquinas completamente desacordes a los tiempos que corrían y es que incluso entre el despreocupado y particular público estadounidense había empezado a calar el gusto por los coches de tamaño pequeño, prácticos y funcionales, venidos desde Europa y Japón.
Incluso la marca que representaba el sueño americano en su versión automóvil, Cadillac, acostumbrada a los grandes sedanes y descapotables de seis metros con motores de más de 7.0 litros de cilindrada, tuvo que replantearse su situación y es de este modo como nace el Seville, el auto que marcó un antes y un después en el buque insignia de General Motors.
El Seville tomaba el chasis de los llamados X-Cars de GM, una nueva gama de vehículos compactos en la que estaban el Chevrolet Nova, el Buick Apollo, el Oldsmobile Vega y el Pontiac Ventura, no obstante el modelo de Cadillac pronto destacó por su moderna y estilizada carrocería.
A la hora de buscarle un nombre, varias opciones se barajaron, por un lado quisieron ponerle Leland, en honor al fundador de Cadillac, Henry M. Leland, pero pronto ese nombre fue rechazado porque al ser un coche destinado un público más joven estos no lo identificarían.
También se propuso Lasalle, pero éste hacía referencia a una gama económica de Cadillac que se fabricó en los 30. Finalmente se optó por Seville, nombre que se había usado en los 50 para algunas versiones del Eldorado. Pese a su tamaño compacto, el nuevo Seville era entonces el coche más caro que vendía GM, a excepción del Limousine 75. Cadillac dirigía este producto a los ejecutivos de clase alta que usualmente se les podía ver al volante de un Mercedes Clase S o un Jaguar XJ. No obstante, mecánicamente no estaba a la altura de estos, ya que su V8 de 5,4 litros y dotado de inyección sólo entregaba 180 CV tras ser profundamente revisado y adaptado a las normativas medioambientales de los 70.
Un Seville MK I costaba 12.500 dólares en 1976 y pese a su precio, sólo en el primer año de ventas se matricularon 43.000 unidades, lo que significó el 15 por ciento de la producción anual de la marca. En 1980 se introdujo una nueva generación Seville, fácilmente reconocible por su singular carrocería con guiños al estilo de los de los Rolls Royce Hooper.
A modo de anécdota, cabe reseñar que el Sha de Persia, Mohamed Reza Pahlevi, adquirió una importante partida del Seville MK I destinados a los generales de su ejército. Estos modelos no tenían las restricciones mecánicas de los del mercado americano y se cuenta que desarrollaban el doble de potencia, pero tras la revolución islámica del ayatolah Jomeini poco se supo de estos coches como de otros muchos que el propio Pahlevi poseyó.
Una de las últimas creaciones del fabricante holandés Neo Scale Models es éste Seville MK I, en su versión Elegante, distinguible por la utilización de una carrocería bicolor. Se trata del segundo coche americano de esta marca de miniaturas tras el Lincoln MK V y si se excepctúan las ambulancias Chevrolet como turismos. Se trata de una miniatura tremendamente bien conseguida, ya sea por sus formas como por la calidad de su terminación, donde no se ha escatimado ni en piezas independientes ni en fotograbados. Igualmente el interior en color gris claro permite contemplar muy bien los detalles. Hasta las llantas de radios, que en el modelo real eran tapacubos, han sido ejecutadas con gran celo y maestría. Neo tiene además dos variantes más de color, uno blanco que aún no está a la venta y uno en color ocre, construido especialmente para el nuevo fabricante American Excelence. Esperemos que este fabricante siga sorprendiendo de vez en cuando con algún auto americano más de las décadas de los 70 y 80, muy poco vistos en escala 1/43.
2 comentarios:
El volante y el esquema de pintura bicolor representan un coche de 1979 en versión Elegante. Sin embargo, la parrilla frontal corresponde al modelo de 1975-76, época en que no existía la opción Elegante y en que los volantes eran de tres radios, por lo que el modelo vendría a ser una mezcla de las distintas variantes del Seville Mk.I. Yo he comprado el blanco (Cotillion White) con techo gris (Flat Silver Poly).
Al investigar más a fondo, tengo que rectificar lo dicho en mi anterior comentario. La fuente consultada decía e ilustraba que, a partir de 1977, la parrilla estaba formada por barras verticales; sin embargo, otras fuentes aclaran que en 1979 se volvió a una parrilla similar a la de 1975-76, en realidad a la representada por Neo. La evidencia fotográfica así lo confirma e incluso he hallado coches de 1978 con esta parrilla(¿quizá los producidos en los últimos meses de ese año?), por lo que el modelo de Neo representa correctamente un Seville de 1979 y, probablemente, de finales de 1978. Siento la metedura de pata, Keko. Queda enmendada.
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