Desde el primigenio Simplex hasta nuestros días, Mercedes Benz ha construido algunos de los vehículos más trascendentes de la historia del automóvil. Sin embargo, es muy difícil poner de acuerdo a periodistas especializados, estudiosos y expertos del mundo del motor en cuál es el modelo más significativo de la marca de la estrella. Recientemente, una publicación reivindicó este título para el 600 W100, la impresionante y moderna limousine que la firma de Stuttgart produjo entre las décadas de los 60 y 80. Lo cierto es que dicho artículo esgrimía argumentos muy sólidos y si bien, es muy complicado destacar un modelo de Mercedes sobre el resto, sí se podría afirmar que el 600 tiene derecho a uno de los primeros lugares si todos estos automóviles se colocasen en un ranking.
Presentado en el Frankfurt Motorshow de 1963, el 600, o W100 según la denominación interna de Mercedes, supuso lo más parecido a una síntesis de los diferentes avances de la industria del automóvil a lo largo de los años. El diseño corrió a cargo del francés Paul Braq, máximo responsable entonces de este departamento. Líneas rectas, amplios voladizos, grandes superficies acristaladas y todo salpicado de una gran simpleza y austeridad, quedando muy patente la influencia de la cultura Bauhaus tan en boga en la Europa de entonces.
Bajo el capó, un nuevo motor V8 de inyección especialmente concebido para este vehículo, con 6,3 litros de capacidad y 250 cv de potencia. A partir de 1976, el motor creció en cilindrada hasta los 6,9 litros y 320 cv de potencia. Un sofisticado sistema hidráulico controlaba casi la totalidad de las funciones del coche, regulando la dirección asistidas, la suspensión e incluso la posición de los asientos. El coche estaba disponible con tres tipos de carrocería: el Saloon, con una batalla de 3,2 metros; y las limousines Pullman de cuatro o seis puertas. En ambos casos se podía optar por la transformación en Pullman Landaulette con la parte trasera descubierta.
La lista de equipamiento era extensísima lo que hacía que no hubiera dos 600 exactamente iguales al cien por cien. Un automóvil así captó muy pronto la atención de las cuentas corrientes más saneadas del planeta, convirtiéndose en el auto de prestigio y representación por excelencia. En sus 15 años de producción se fabricaron 2.677 unidades, de las cuales 429 eran Pullman y 59 Landaulettes.
El 600 se ganó casi enseguida el apelativo 'coche de las estrellas' gracias al status de muchos de sus propietarios: Mohamed Ali, Elvis Presley, John Lennon, George Harrison, Jack Nicholson, el editor Hughe Hefner, Elizabeth Taylor, Ronnie Wood de los Rolling Stones, el millonario Aristotle Onassis o la cantante Karen Carpenter. Igualmente, célebres coleccionistas como el cantante Jay Kay, el actor Rowan Atkinson o los periodistas Jay Leno y Jeremy Clarkson poseen un 600 en sus colecciones.
Durante muchos fue el coche oficial de la cancillería federal alemana y del Vaticano para diferentes de sus Pontífices, como es el caso del Papa Pablo VI. Pero el 600 también es tristemente famoso por ser el automóvil elegido de un buen número sátrapas y dictadores a lo largo y ancho del mundo: Fidel Castro, Mao Zedong, los Kim de Corea del Norte, Tito (Yugoslavia), Ceausescu, Pol Pot (Camboya), Leonidas Brezhnev (URSS), Enver Hoxha (Albania), Saddam Hussein, Papa Doc Duvalier (Haití), Jean Bédel Bocassa (República Centroafricana), Idi Amin (Uganda), Robert Mugabe (Zimbabwe), Sucarno (Indonesia), Somoza (Nicaragua), Mohammad Reza Pahlavi (Persia) o Ferdinand Marcos (Filipinas).
Por supuesto, el 600 tiene su lugar en la cultura popular, con apariciones destacadas en algunas de las películas de la saga del Agente 007, 'Al servicio secreto de Su Majestad' y 'Octopussy'. Y como no esa imagen de un 600 cruzando el puente Golden Gate con la inmortal Jane Wyman abordo, de camino a su finca en el Tuscany Valley californiano, en las primeras escenas de la popular telenovela de los 80 'Falcon Crest'.
Auto Art ha añadido recientemente a su gama de productos, nuevos modelos de Mercedes, como la serie W114/115 y el 600 W100 en versiones de batalla corta y larga. Conocido el buen hacer de Auto Art, el nuevo 600, tanto en versión corta, como el limusine de 4 puertas, constituyen la mejor opción de compra para el coleccionista que quiera añadir este modelo a su colección. Las miniaturas destacan por sus correctos y proporcionados moldes y unos acabados de primer nivel con mucho uso de piezas independientes y fotograbados. También los interiores están perfectamente reproducidos. Sin duda alguna la mejor miniatura de este coche en escala 1/43 que existe y que existirá en el mercado.
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