El automóvil del segmento SUV viene adquiriendo un gran protagonismo en el mercado desde hace ya unas décadas y a día de hoy, en la tercer decenio del siglo XXI, se ha convertido en el favorito indiscutible del público general. Todo el mundo parece querer un automóvil alto, grande, espacioso, que vaya bien por carretera y que ocasionalmente pueda circular fuera de la misma. Para encontrar los orígenes del SUV cabe hacer un viaje hasta la década de los años 60 del siglo XX y fijar los ojos en un fabricante de Estados Unidos, concretamente Jeep, productor del primer vehículo todoterreno.
Willys Overland Motors, fabricante del mítico Jeep que tan célebre se hizo en la II Guerra Mundial, aprovechó precisamente todas las sinergias que le brindó su polivalente vehículo para llevarlo al mercado civil y así dominar casi en forma de monopolio el segmento de los vehículos todoterreno gracias a la introducción tras la contienda de modelos como la serie CJ, versión de calle del Jeep Willys militar, así como unos camiones ligeros derivados y con tracción 4x4.
Si bien en aquel entonces el mercado del 4x4 era muy minoritario y enfocado a los vehículos de trabajo, en 1961 el fabricante de camiones International Harvester amenazó seriamente la hegemonía de Willys con su Scout, una camioneta 4x4 que superaba al Jeep CJ tanto en habitabilidad como en confort. En Willys estaban obligados a reaccionar y así lo hicieron.
La empresa con sede en Toledo, Ohio, que se encontraba desde 1953 en manos de Kaiser Motors y su nombre ya era Willys Motor Company, aprobó ese mismo año de 1961 un protocolo para el desarrollo de una nueva generación de vehículos además de un motor más moderno. Al frente de este nuevo programa de trabajo se encontraba el ingeniero jefe de Willys, AC Sampietro, que reclutó para todo lo relacionado con los aspectos estéticos del proyecto a una de las grandes estrellas del diseño industrial del momento, Brooke Stevens, aparte de contar con el jefe de diseño de la marca, Jim Angers.
Brooke Stevens había trabajado unos años antes con Willys y cuando se le encargó diseñar una nueva generación de coches con carrocería station wagon y pick up, seguro que sintió una suerte de 'Deja Vu', pues precisamente los primeros trabajos que Willys encargó a Stevens fueron las carrocería para los Jeep CJ Station Wagon. Son muchos los expertos que consideran el CJ Station Wagon como el primer SUV de la historia. Brooke Stevens ahora lo tendría más complicado, sobre todo porque la oferta de vehículos 4x4 ya era bien extensa e International Harvester había ido un paso más adelante que el resto de fabricantes. Pero el talento de Brooke Stevens supo reaccionar y vaya si lo hizo.
Tras una serie de modelos de arcilla, Brooke Stevens logró un diseño que esbozaba una elegante y atractiva carrocería tipo station wagon, de mayor tamaño que la de un Jeep CJ, con líneas más modernas y cuadradas, mucha superficie acristalada y con capacidad para seis pasajeros. Su aspecto era muy sobrio y se asemejaba más a un turismo familiar que a una camioneta, como era el caso del resto de vehículos 4x4 de la competencia. Su frontal, con una gran calandra central en diseño de barras verticales y los grandes faros redondos expresaba perfectamente la identidad de Jeep a la par que transmitía mucha elegancia. Su interior era básicamente el mismo que se podía encontrar en un sedán de lujo. Eso sí, su mayor altura al suelo y su tracción 4x4 le permitían desenvolverse bien fuera de la carretera, y dentro de ella se comportaba como cualquier turismo. Por primera vez en la historia del automóvil, un coche permitía a sus ocupantes circular con el mismo confort por carretera y por el campo. Ahora sí había nacido el primer SUV.
Contrariamente a los vehículos que podían ser su competencia directa, los Chevrolet Suburban e International Harvester Travelall, el público vio en el Wagoneer una clara alternativa a un turismo tradicional mientras que los otros dos se consideraban camionetas. Además, el Wagoneer fue el primer automóvil en conjugar la tracción 4x4 con una caja de cambios automática. Pero el Wagoneer no sólo era nuevo por fuera, dentro del capó estrenaba el nuevo motor Tornado OHC 230 ci de seis cilindros en línea, desarrollado expresamente para el Wagoneer y sus derivados, los Jeep Panel Van y Gladiator Pick Up. El motor cubicaba 3.8 litros. Esta mecánica erogaba 140 CV, 35 más que el viejo Hurricane 226 ci, que también estaba disponible. La caja de cambios era automática de tres velocidades y contaba con un overdrive que funcionaba sólo con la tracción 4x4 desconectada.
En un principio, Jeep ofrecía el Wagoneer con dos terminaciones, Base y Deluxe. La diferencia entre ellos era un interior más cuidado en el segundo. El Deluxe fue denominado a posteriori Custom. El Wagoneer de primera generación se ofreció con carrocerías de dos y cuatro puertas. Irrumpió en el mercado provocando una tremenda demanda a la que Willys no podía hacer frente. En 1963 Jeep logró una cuota de mercado del 42 por ciento. Ese mismo año, el presidente de Kaiser Motors, Steve Girard, anunció que Willys Motors pasaría a denominarse Kaiser Jeep Corporation con el fin de que la sede de la empresa en Toledo fuera identificada dentro del crecimiento de la matriz principal. En 1964 las ventas siguieron a buen ritmo y ya en 1965 el Wagoneer recibió sus primeros cambios estéticos importantes, aunque esa es ya otra historia.
Nunca con un protagonismo excesivo sino más bien como "actor secundario", el Jeep Wagoneer es un vehículo con muchas apariciones en la cultura popular y con respecto al modelo de primera generación destaca su aparición en la comedia 'Man's favourite sport?' con el actor Rock Hudson al volante de uno.
'El Kekomóvil' ha visto desfilar en sus páginas dos miniaturas del Jeep Wagoneer, el modelo de 1991 realizado por Neo Scale Models y el de 1979 firmado por Top Marques. Ahora se añade la versión 1962-1963 de GLM. Se trata de una referencia del fabricante con sede en Hong Kong con unos años ya encima y que pude conseguir en un golpe de suerte y con una pequeña rebaja en su precio. GLM tiene en su catálogo dos referencias del Wagoneer 1962-1963, una de color azul claro pastel y este gris-beige metalizado, ambas muy complicadas de encontrar hoy día y, por supuesto, fuera de catálogo ya. Como todas las miniaturas de GLM, es de resina. En este caso tiene muchas piezas de metal fotograbado, algo cuyo uso ha reducido este productor notablemente en sus gamas de miniaturas actuales. Las formas y proporciones del molde parecen correctas y está en las mismas medidas que las versiones de Neo y Top Marques. Quizás el primer Wagoneer no es tan vistoso como las versiones post 1970 con sus adornos de madera en la carrocería, pero lo cierto es que se trata de un modelo bien interesante y para los más fans de este coche, es una versión que no pueden perderse. Muy recomendable su adquisición.
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