La firma británica Triumph es todo un referente dentro del automovilismo gracias a sus populares deportivos de la serie TR o los Herald, Vitesse y Spitfire. En 1964 la marca daba un paso en firme con la introducción de la nueva generación de berlinas 2000, pioneras en un concepto de automóvil al que a día de hoy estamos muy acostumbrados pero que fue la casa de Coventry una de sus principales precursoras.
El Triumph 2000 fue presentado en el London Motor Show de octubre de 1963. Era un sedán de tamaño medio y aspecto clásico pero muy estiloso y dinámico a su vez, gracias en gran parte al atractivo diseño realizado por el jefe de estilo de Triumph, el italiano Giovanni Michelotti. Conjugaba a la perfección la practicidad de un coche familiar con las prestaciones y manejabilidad de un deportivo, a lo que añadía un nivel de equipamiento propio de coches de segmentos superiores, de este modo, el Triumph 2000 en el mercado británico venía a ocupar un lugar intermedio entre los modelos más populares de la BMC, Ford y Vauxhall, y los autos del segmento superior producidos por Jaguar e incluso Rolls Royce. Así pues el Triumph 2000 es uno de los precursores de lo que hoy entendemos como segmento premium, que hoy está prácticamente copado por las grandes firmas alemanas.
Hasta enero de 1964 no comenzaron las ventas. El 2000 MK 1 se distinguía por su llamativo frontal semicarenado con los grupos ópticos dobles encastrados y una parrilla muy baja y horizontal. En 1965 se empieza a vender con carrocería familiar, esta última versión se fabricaba en la empresa Carbodies, el productor de los populares taxis londinenses. En un principio sólo estaban disponibles con el motor Standard Vanguard de seis cilindros en línea y 2.000 cc, aparejado a una caja de cambios manual de cuatro velocidades Borg-Warner que incluía como opción el overdrive. En 1968 se introduce la versión 2.5 PI (Petrol Injection) con el mismo motor que el Triumph TR6, dotada de inyección mecánica Lucas. Mejoraba las prestaciones de manera notable respecto al modelo de dos litros, pero evidenció problemas de fiabilidad e incrementaba el gasto de combustible. Los modelos exportados a Australia tuvieron problemas ocasionados por los efectos de las altas temperaturas de dicho país en los motores, lo que obligaba a modificar las bombas de gasolina. En 1969 Triumph lanza el 2000 MK 2, fácilmente distinguible por adoptar un nuevo frontal similar al del deportivo Stag.
Además de en Coventry, Triumph fabricó el 2000 en Australia, Nueva Zelanda y Sudáfrica. En este último país, las últimas versiones fabricadas entre 1973 y 1978 fueron renombradas como Triumph Chicane. En Nueva Zelanda se siguió ofertando el 2000 aún cuando había cesado su producción en Reino Unido, en su caso como Kit CKD. Es popularmente conocido el caso del primer ministro neozelandés Rob Muldoon, que poseyó un 2000 2500S que él mismo conducía para ir a trabajar. El principal contendiente que tuvo el Triumph 2000 fue el Rover P6, sobre todo la versión de 2.000 cc, al que superó en prestaciones hasta la llegada de la versión con motor V8. El 2000 MK 2 fue la última gran berlina fabricada por Triumph, pues cuando la marca se integró en el Consorcio British Leyland, fue sustituido por el nuevo Rover SD1, aunque esa es otra historia.
Tras un pequeño descanso 'El Kekomóvil' regresa con otra pequeña porción de la historia del automovilismo. En esta ocasión me congratulo en presentar un modelo al que le tenía echado el ojo desde hace tiempo y que finalmente pude hacerme con él, y como parece ser que la paciencia es una de las principales virtudes del coleccionistas, pues encima me ha salido muy económico, así que, doble satisfacción. Se trata de la bonita miniatura del Triumph 2000 MK I de Neo Scale Models. Me gusta mucho cuando este fabricantes de modelos a escala opta por autos más populares, pues siempre me llama la atención una reproducción muy cuidada y minuciosa de un coche de gran difusión. En esra ocasión Neo realiza un trabajo realmente bueno, con un molde muy preciso y cuidado en formas y proporciones, al que dota de su típico acabado reproduciendo todos sus detalles: los logos y anagramas en metal fotograbado, los adornos en madera del interior o incluso el volante con el claxon con forma de aro metálico. El único fallo achacable es quizás el color, que debería tender más al azul según datos directos del fabricante y no tan al verde, pero bueno, es algo que por el precio y la calidad de la miniatura se lo podemos perdonar.
1 comentario:
Me gusta el auto, y el hecho de ser bicolor le da un plus.
Lindo el modelo.
Saludos!
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