El cambio a la plataforma Panther en 1980 trajo consigo una notable reducción del tamaño de los Lincoln, de este modo, los nuevos modelos eran 36 centímetros más cortos en longitud y 15 en batalla. Igualmente, la prestigiosa serie Mark (MK) empezó a ofrecerse con carrocería sedán de cuatro puertas.
De hecho, el nuevo Mark VI era en esencia un sedán Towncar con los rasgos distintivos de los antiguos Continental, como la rueda de repuesto al estilo Continental Kit, las ventanillas laterales ovaladas tipo ópera, la parrilla estilo Rolls Royce, los faros con cubiertas, el medio techo trasero de vinilo y unos tapacubos imitando las clásicas llantas de radios. También estaba disponible con carrocería coupé.
Entre las novedades que introdujo el Lincoln MK VI destaca ante todo la incorporación de múltiples elementos electrónicos, como los displays digitales fluorescentes o el mando a distancia para la apertura del cierre centralizado. El motor V8 de cinco litros recibió un sistema de inyección del combustible. Pero tal cantidad de innovaciones electrónicas trajeron consigo que los primeros modelos no tuvieran la fiabilidad adecuada.
Al igual que en el MK V, el MK VI podía solicitarse con el equipamiento Signature o en versiones Design, apadrinadas por algunos de los diseñadores más prestigiosos.
Tres eran los equipamientos disponibles, Pucci, Blass y Givenchy. El Cartier ya no estaba disponible. Mientras el coupé estaba disponible con todos estos equipamientos, el sedán sólo podía conseguirse con acabado Pucci.
La crítica especializada alabó las virtudes de confort y espacio interior de los nuevos Lincoln MK VI en comparación con sus contendientes de Cadillac, su principal competidor.
Este MK VI es el tercer Lincoln realizado por Neo Scale Models, tras el Continental MK V y el Towncar, modelos que también se ofrecen bajo la marca American Excellence, para la que Neo fabrica sus piezas para su venta en el mercado norteamericano.
Este MK VI cuenta con el nivel habitual de calidad de los coches americanos de Neo y destacamos la gran profusión de piezas en fotograbado que adornan su carrocería. El color elegido es particularmente elegante y propio de este coche en la vida real. Uno de los elementos que más llaman la atención es la fina reproducción de los tapacubos imitando las llantas de radios, cuyos radios se han reproducido de verdad. El uso de calcas que imitan la madera en tonos claro causa muy buen contraste con el interior burdeos.
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