domingo, noviembre 09, 2008

Fiat Abarth OT 1600 Berlina de Spark






El preparador y constructor autríaco afincado en Italia Carlo Abarth puso sus mágicas manos en la berlina Fiat 850 al igual que hizo con los Fiat 600 y 500 y su resultado más destacado fue el OT 1600. Pese a su aspecto de utilitario muy poco tenía que ver el tranquilo 850 con el temperamental OT 1600. 

En el plano mecánico, Abarth casi dobló la cilindrada de su motor, dotándole de su maravillosa culata DOHC Biálbero. Para la caja de cambios había dos opciones, la estándar de cuatro velocidades o una de seis de relación cerrada. Gracias a la incorporación de dos carburadores Weber 45 el pequeño Fiat erogaba la friolera de 155 CV, sí han leido bien. 

Ni que decir tiene que para adaptar un utilitario como el 850 a tan bestial cifra de potencia hubo que modificar la carrocería y el chasis, a la vista están los pasos de ruedas abultados, se le pusiendo neumáticos más grandes con llantas de aleación, discos de freno en las cuatro ruedas y una suspensión más dura. 

El OT 1600 tenía algunos defectos, como la tendencia del motor al sobrecalentamiento en el uso urbano del vehículo, el elevado ruido de su motor que hacía prácticamente imposible conversar dentro del coche y su falta de estabilidad. No obstante, se trataba de un coche fascinante y brutal no apto para conductores relajados que pedía ser conducido a altos regímenes, pues la máxima potencia la entregaba a 7.600 RPM y la zona roja del cuantarrevoluciones estaba en las 9.000 RPM.

Dentro de su gama de productos, Spark cuenta con la colección 'White Line' que está dedicada por completo a los coches de Abarth, ya sean Fiat o Simca. Tras el 695 SS Asetto Corsa, que ya presentamos, ahora tenemos una preciosa miniatura del mítico 'Ochoymedio' en su versión Abarth. De ella destacamos ante todo lo acertado y proporcionado de su molde, ricamente decorado con piezas independientes (faros, interminentes, parrilla frontal, pomos de puertas, parachoques o el spoiler trasero) y las calcas y matrículas. Es quizás su peor detalle el interior, todo negro -aunque moldeado bien- a excepción de la palanca de cambios y el freno de mano, pese a todo cuenta con una calca en el cuadro de instrumentos. Esperemos que sigan llegando más Abarth de Spark, sobre todo un 850 TC basado en el popular 600.

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