domingo, agosto 28, 2016

Rolls Royce Phantom III Freestone & Webb Sedanca de Ville #3CP38 de GLM







La introducción del nuevo Phantom III por parte de Rolls Royce era el paso lógico que el fabricante de 'The best car in the world' debía dar para no quedarse atrás frente a sus principales rivales de Europa y América en un tiempo en que los motores comenzaron a crecer de forma desmesurada en número de cilindros, cubicaje y, por supuesto, potencia.

El Phantom II de seis cilindros era un automóvil excepcional en todos los sentidos pero a mediados de la década de los 30 se vio superado por autos más complejos y ambiciosos como el Duesenberg J, el Cadillac V16, el Marmon Sixteen, el Maybach DS8 V12, el Bugatti Royale o el Hispano Suiza J12, con motores de ocho cilindros en línea, V12 e incluso V16.

En 1935, en el London Motor Show celebrado en el Olympia, Rolls Royce mostraba al público su nueva creación, que siguiendo el orden lógico y tradicional de la marca se llamó Phantom III, heredero directo del célebre 40/50 HP Silver Ghost. En esta ocasión Rolls Royce abadonó su sempiterno motor de seis cilindros y recurrió a un novedoso V12 que, como no podía ser de otro modo, derivaba directamente de los motores Supermarine Merlin de la división aeronáutica de la marca.

Con un cubicaje de 7.3 litros, el nuevo motor Rolls Royce destacó por su bajísima sonoridad y la total ausencia de vibraciones, lo cual, unido al colosal tamaño del coche, contrastaba con su notable poder de aceleración. Era un auto único en su tiempo, realizado con los mejores y más costosos materiales disponibles. 

Sin embargo, el Phantom III no tuvo la suerte de sus predecesores y una serie de factores internos y externos provocaron que fuera uno de los Rolls Royce de vida comercial más corta sino el que más. Por un lado, el motor V12 hizo demostró una muy débil fiabilidad, con una excesiva tendencia al sobrecalentamiento, causando un irreparable daño a un fabricante que llevaba muy a gala "que sus coches no sufrían averías". Por el otro lado, el estallido de la II Guerra Mundial en 1939 paralizó la actividad de todos los fabricantes de autos de lujo. Sólo 727 Phantom III fueron construidos entre 1936 y 1939. Se estima que una decena de estos pudo venderse a posteriori a base de excedentes acumulados durante el Conflicto. Sea como fuere, el Phantom III fue el último de los grandes Rolls, no llegando la firma construir más automóviles de dicho empaque tras la II Guerra Mundial.

Este magnífico y muy extravagante Rolls Royce Phantom III es el ejemplar con número de chasis 3CP38. Le fue servido al teniente George Heath el 19 de marzo de 1937, que comisionó la construcción de su carrocería a un pequeña compañía de Birmingham denominada WC Atcherly, que lo carroza como limousine. Poco después el coche sería vendido a un señor de Birmingham, llamado JM Nicholson. Como otros muchos coches en el Reino Unido, su rastro se pierde durante la II Guerra Mundial pero en 1945 vuelve a aparecer, siendo adquirido por John Gaul, un coleccionista gran amante de los autos de diseño llamativo y extravagante, siendo propietario de diversos coches carrozados por el francés Saoutchik. 

A principios de 1946, el matrimonio Gaul entrega el Phantom III a la firma Freestone & Webb a la que le encargan una nueva carrocería más acorde a sus extravagantes gustos y "capaz de ganar todos los concursos de elegancia". Para Freestone & Webb sería su primer trabajo tras la Guerra. Meses después el matrimonio recibió el coche con su nueva y peculiar apariencia. En su nueva vida, el Phantom III 3CP38 lucía una nueva carrocería tipo Sedanca de Ville con la parte delantera descubierta.

La calandra, parachoques, faros y otros elementos fueron recubiertos, por indicación de los Gaul, con una doble capa de bronce que contrastaba llamativamente con el color burdeos elegido para el resto de la carrocería. Los amigos de los Gaul le pusieron el apodo de 'Copper Kettle' -caldero de bronce-. El coche fue expuesto en los concursos de elegancia de Deauville, Montecarlo y Cannes, ganando el Gran Premio en este último.

En 1954 John Gaul vende su Rolls Royce al señor Zimbler. Los registros de la fábrica cuentan que el Phantom III estuvo en Sudáfrica y en Holanda durante el año 1957 y en 1964 regresa al Reino Unido. En 1966, el señor Richard Sinicki, de Pittsburgh, Pennsylvania, lo adquiere e importa a Estados Unidos. Tras otros años en paradero desconocido, el señor Don Williams lo adquiere en el año 2000 y mantiene su propiedad a día de hoy. 

En 2008, en el contexto del Concurso de Elegancia de Peeble Beach, consigue el primer premio en la categoría 'One off' de coches únicos. También recibe el premio especial de Lucius Beebe, un apasionado y experto del automovilismo que fue uno de los primeros jueces del Peeble Beach. También recibió ese mismo año el premio del jurado en el Concurso de elegancia de Kirkland, Washington. El 'Copper Kettle' suele estar expuesto al público en el prestigioso museo Blackhawk Collection en Danville, California.

Esta miniatura está realizada por GLM, 'Great Lightning Models', fabricante de modelos a escala 1/43 de alta calidad en resina con sede en Hong Kong. Se trata de una realización de una excelente calidad, con un molde correcto en formas y proporciones y un acabado repleto de detalles realizado con gran finura, un trabajo digno del mejor joyero. Llama la atención el conseguido tono de las partes que simulan el bronce así como el ornamentado realizado en piezas de metal fotograbado. Incluso la moqueta está hecha de terciopelo. Una miniatura de un coche único, magnífico y extravagante que sólo se merecía un acabado como el que GLM es capaz de proporcionarle.

2 comentarios:

A.Sivianes dijo...

Haría falta la mejor Reflex para poder acercarse en calidad de imagen a tanta belleza, sin duda debe ser complicado reflejarla como es debido.

Según cuentas, es para entusiasmarse. Me mató el detalle del terciopelo, algo que nunca he visto en un modelo a 1:43 (lo que más se acerca es la capota del BMW Z4 que tengo, y ni de coña).

Enhorabuena a tí, lloros para mí...

Saludos.

Keko dijo...

Tengo otro Rolls, pero de Neo, con el interior en terciopelo, un detalle curioso y que queda super bien.

Saludos y gracias por la visita, Antonio