sábado, abril 30, 2011

Porsche 930 Turbo SE Flatnose de Neo Scale Models






La opción más cara que el propietario de un Porsche 930 Turbo podía solicitar era la incorporación de un frontal tipo Flatnose o Flachbau (nariz chata) que le confería un aspecto muy similar al de los 935 de competición. El departamento de encargos especiales de Porsche (Sonderwunsch) se encargó de servir desde 1981 estas conversiones, unas 236, que sólo afectaron al plano estético, pero a finales de 1986 comenzó la producción de una variante específica y muy exclusiva del 930 Turbo bajo el nombre Flatnose o Flachbau cuya exclusividad ya excedía el plano estético. 

 El Flatnose seguía equipando el motor de seis cilindros bóxer Typ 930/68 de 3,3 litros, aunque gracias a unas nuevas modificaciones, como la incorporación nuevos árboles de levas, un mejor aprovechamiento de los gases de combustión y el incremento de presión en el turbo de 0,8 a 1 bar, ahora ofrecía una potencia de 330 cv. El resto de opciones exclusivas eran los asientos de cuero Reccaro de reglaje eléctrico, así como un nuevo tapizado del cuadro de instrumentos y salpicadero o las clásicas llantas Fuchs pintadas en el color de la carrocería. 

Igualmente, las modificaciones efectuadas en el motor hicieron necesario ampliar el sistema de refrigeración con dos nuevas entradas de aire sobre las ruedas traseras. Pero realmente el cambio más radical era el propio Flatnose en sí, un frontal completamente plano con faros escamoteables y dos emtradas de aire que contrastaba completamente con el original de faros redondos tan característico del Porsche 911. 

El primer año sólo se ofrecía el Flatnose con carrocería coupé, pero en 1988, último año de producción del 930 Turbo -el 964 entraría en producción en 1989-, se incorporaron las carrocerías Cabrio y Targa, además de una nueva caja de cambios de cinco velocidades, lo que ha convertido a esta última serie en los modelos más deseados por los coleccionistas. 

A mediados de los 80 Porsche era el suministrador oficial de motores y tecnología del equipo McLaren de Fórmula 1, la cual resultó especialmente fructífera gracias a los títulos obtenidos por Niki Lauda (1984) y Alain Prost (1985 y 1986). La colaboración entre ambas firmas se hizo por medio de la empresa TAG (Techniques d´Avantgarde), propiedad del multimillonario Mansour Ojjeh, quien posibilitó la entrada de muchos petrodólares del Golfo en el equipo de Woking. Esto provocó que el Porsche 930 Turbo se convirtiera en el coche de moda en los países del Golfo Pérsico, dice la leyenda oficiosa que fue el propio Ojjeh quien animó a la casa de Stuttgart a fabricar los primeros Flatnose. De hecho, él fue el orgulloso propietario de uno de los Flatnose más especiales que se construyeron. Estaba basado en un chasis de competición 934/935, además de incorporar varios de sus elementos aerodinámicos y las características llantas monotuerca de BBS. Era de color burdeos y su motor entregaba 380 cv que le permitían una velocidad máxima de 300 Km/H y una aceleración de 0 a 100 en cinco segundos. Igualmente y sin salir de la familia McLaren, el propietario del equipo, Ron Dennis, también poseyó un Flatnose, en este caso de color rojo. 

En su línea habitual de ofrecer siempre un producto muy bien diferenciado e inédito en el mercado, uno de los primeros Porsche que ofreciese Neo Scale Models fue el 930 Turbo Flatnose. Concretamente el modelo que mostramos, en el clásico color Grand Prix Weiss, es una edición limitada de Neo para la tienda alemana Cartima y mi unidad es la número 39 de 100 construidas. Realmente no soy de los coleccionistas que dan una gran importancia al hecho de poseer una miniatura con una tirada muy limitada, sobre todo porque ya conocemos como suelen jugar con esto muchas empresas, pero bueno, a nadie le amarga un dulce. El modelo me parece muy bueno, creo que de lo mejorcito de Neo, que no es de decir poco. La combinación de colores es muy acertada y crea un bonito contraste, de hecho, opté por hacerme con el blanco porque es el que muestra mejor el contraste del color de su carrocería con las piezas de plástico tan propias de los coches de los años 80. El nivel de detallado de la miniatura es el habitual de Neo con sus típicos detalles realizados en material fotograbado. Sus matrículas así como los soportes traseros indican que es una reproducción de un ejemplar destinado al mercado norteamericano, cosa que ya Neo ha hecho con otros Porsche. Hace unos meses, la marca Looksmart presentó su propia realización del Flatnose, una miniatura realmente impecable aunque su precio doble el de Neo.

sábado, abril 16, 2011

Rolls Royce Corniche I de TSM








La Corniche es el nombre de la carretera panorámica más famosa de todo el mundo, que recorre toda la Riviera Francesa, quizás el único lugar del mundo donde la palabra glamour hace honor a su significado real. Por tanto, parece que la Rolls Royce acertó de pleno bautizando de este modo al que por entonces era su modelo más exclusivo. 

 En 1965 Rolls Royce presentó el Silver Shadow, primer modelo de la marca en montar un chasis monocasco. El Shadow se ofrecía en cuatro variantes de carrocería, la berlina estándar, la berlina de paso largo, un coupé y un cabriolet. Estas dos últimas variantes recibían el nombre de Silver Shadow MPW, por la empresa carrocera Mulliner Park Ward, ya propiedad de Rolls Royce, que era donde se ensamblaban estos dos modelos. 

A partir de 1971 Rolls Royce decide cambiar el nombre de la versiones coupé y cabrio de los Silver Shadow por Corniche, siendo la presentación oficial en el Salón del Automóvil de Ginebra. La promoción para el mercado británico se hizo en los salones de Londres y Birmingham. La principal diferencia entre el Silver Shadow MPW y el Corniche se encontraba bajo el capó. En 1971 Rolls Royce introdujo una nueva variante de su motor V8, de 6.750 cc contra los 6.230 de la mecánica en curso. Para la caja de cambios se siguió recurriendo a la Hydramatic Turbo de General Motors con tres velocidades. 

El diseño del coche era muy similar al de la berlina, aunque tenía un aire más deportivo, sobre todo desde la parte central hasta la trasera. El artífice de sus líneas fue el diseñador John P. Blatcheley y las carrocerías se ensamblaban en la factoría de Mulliner Park Ward de Londres. El V8 de 6,750 cc que equipaban los Corniche era en esencia el mismo que el de las berlinas Silver Shadow, aunque para acenturar su carácter de coche más personal se incrementó su compresión para mejorar sus prestaciones. 

El Corniche alcanzaba una velocidad máxima de 200 Km/H. Una prueba de la revista 'The Autocar' reveló que el motor del Corniche gastaba 23 litros a los 100 de media en contraposición a los 21 del Shadow. Con un depósito de combustible de 106 litros el coche tenía una autonomía de 330 kilómetros circulando a una media de 165 Km/H. Rolls Royce no reveleba entonces la potencia de sus motores, por lo que se estimaba que el Corniche tenía entre 225 y 240 cv de potencia según las diferentes versiones que se fabricaron entre 1971 y 1995. Con unas dimensiones muy similares a la berlina, el Corniche era un coche de gran tamaño que admitía que cuatro adultos viajasen con toda la comodidad posible, ya que pese a ser un cabriolet, su rodar era igual de silencioso y confortable que sus hermanos de gama. 

Conforme iban pasando los años, el Corniche iba cada vez diferenciándose más del Silver Shadow y montaba sus propios componentes, sobre todo desde que a principios de los 80 se introdujesen los nuevos Silver Spirit y Silver Spur para sustituir al Shadow. Hasta su cese de producción en 1995, apenas sufrió cambios estéticos, sobre todo afectaron a las defensas, llantas y otros aditamentos cosméticos. 

Los últimos 25 Corniche que se vendieron en 1995 fueron una edición especial con motor turboalimentado, yendo una de ellos a parar a manos del tenor José Carreras. En 1996 se presenta el sustituto del Corniche, el Bentley Azure y ya no se fabricaría un nuevo Corniche hasta el año 2000, en este caso se basaba en la berlina Silver Seraph y la marca ya estaba bajo el control de BMW. 

 Símbolo de glamour y de poderío económico, el Corniche era uno de los coches más habituales en sitios como Marbella o la Costa Azul francesa. También ha sido protagonista de excepción en la gran pantalla y entre sus apariciones más destacadas figuran el video musical 'Who´s that girl?' de Madonna o en la comedia adolescente de los 80 '16 velas', en este caso conducido por el actor Anthony Michael Hall. 

 Hace más de un año los coleccionistas recibíamos la noticia de que el fabricante american True Scale Miniatures (TSM) iba a lanzar una nueva línea dedicada a la marca Rolls Royce. TSM es un fabricante muy especializado en miniaturas de competición, sobre todo clásicos de las carreras de resistencia algún Fórmula 1, aunque poco a poco va introduciendo en su gama modelos de calle, tal y como allá por el año 2006 hiciera Spark. Los primeros Rolls Royce de TSM ya están en el mercado, son el peculiar Phantom V hippy de John Lennon y el precioso Corniche I que hoy presento aquí. Para salir de toda duda, dejar muy claro que se trata de un modelo en resina, por lo tanto vemos que TSM apuesta por la calidad y la exclusividad ante todo. Las líneas del molde son estupendas y muy bien realizadas y la calidad del acabado es también muy alta, mejor que marcas similares en precio, como Neo o Spark. Ahora esperemos que sin prisa pero sin pausa TSM sigue ofreciéndonos creaciones tan magníficas como estas, ya que aún el mercado de los coleccionistas de miniaturas en 1/43 está muy falto de buenas réplicas de Rolls Royce.

lunes, abril 11, 2011

Bugatti Type 57 S Gangloff DHC de Spark








Hasta 1934, cada Bugatti se diseñaba con su propio chasis al que se le acoplaba una carrocería al gusto del cliente. En un intento para rebajar los costes de cada modelo, ya que las ventas de los grandes Type 41 Royale y Type 50 eran muy modestas, Ettore Bugatti decidió diseñar un chasis único disponible con varios tipos de carrocería. 

Jean Bugatti, el joven hijo de Ettore de sólo 23 años, lideraría al equipo encargado del desarrollo de la nueva generación de modelos. El Type 57 vio la luz en 1936 y estuvo disponible en cuatro versiones de carrocería, tres de ellas fueron llamadas como algunos de los picos más famosos de Los Alpes, Los Ventoux (coupé dos puertas), Stelvio (cabriolet de dos puertas) y Galibier (sedán de cuatro puertas). La cuarta variante se denomianó Atalante, siendo ésta última la más exclusiva de todas. 

Los Type 57 incorporaban un nuevo motor de ocho cilindros en línea de doble árbol de levas inspirado en los que usaban los Type 50 y 59 de competición. Cubicaba 3,3 litros rendía 135 cv de potencia en su versión de aspiración atmosférica. En agosto de 1936 se presenta la nueva variante Type 57S, por el vocablo francés 'sousbaisse', en referencia a un nuevo chasis más bajo y ancho que acentuaba el carácter deportivo del modelo. La nueva distribución de los ejes en relación al centro del coche (el chasis era 32 cm más corto que el 57 estándar) procuraban una mejor maniobrabilidad al coche. Los 57S equipaban una versión revisada del motor 3,3 litros de ocho cilindros en línea que rendía 170 cv, aunque si se demandaba más potencia existía la posibilidad de incorporarle un compresor Roots que le proporcionaba 40 cv más. 

El modelo que tratamos, es el Type 57S con número de chasis 57.563. Fue encargado por un rico comerciante del textil, Phillipe Levyn, a la empresa carrocera francosuiza Gangloff. En 1949 el coche fue vendido en los Estados Unidos y tras varios cambios de propietarios pasó a formar parte de la colección del modisto Ralph Lauren en 1986, que lo sometió a una restauración exhaustiva dirigida por el especialista Paul Russell. 

Spark es una marca de la que ya hemos hablado muchas veces en este blog y hasta ahora había estado especializada en vehículos de competición y deportivos tanto clásicos como actuales. Consciente de la importancia de cubrir nichos de mercado descuidados por otros fabricantes, acaba de lanzar una nueva línea de producto dedicada a los clásicos americanos de los 50, de la que ya mostramos hace poco un Chevrolet Impala del 59, y otra dedicada a clásicos europeos de la Belle Epoque, o sea de la década de los 30. Hoy mostramos aquí el primer ejemplar de esta nueva serie, el precioso Bugatti 57S Gangloff réplica del que posee Ralph Lauren, una miniatura muy bien realizada y que cuenta con el habitual buen acabado de las miniaturas de Spark, donde destacan sobre todo los elementos ornamentales realizados en material fotograbado. Es también muy acertada de por sí la elección del modelo, poco o nada visto en miniaturas.