viernes, julio 03, 2009

Facel Vega FV 1B & 2C Convertible de Neo Scale Models


















Francia fue un referente en cuanto a coches de lujo en la década de los 30 del siglo XX, pero lo cierto es que 20 años después poco quedaba ya del orgullo que para el país galo habían supuesto marcas como Bugatti, Delahaye, Delage o Talbot Lago, que si bien unos ya habían desaparecido otros prolongaban sus agonías con automóviles muy llamativos pero muy desfasados técnicamente. En este panorama, un industrial francés tuvo la suficiente valentía para lanzarse al vacío y fabricar para Francia un coche que fuese el heredero de las marcas míticas de los 30. Este hombre se llamaba Jean Daninos y poseía la empresa metalúrgica Forges et Ateliers de Construction d´Eure et Loire (Facel).

Los primeros trabajos de Daninos en el campo de la automoción fueron hermosas carrocerías de diseño para versiones especiales de automóviles de las marcas Simca y Ford-Francia, de hecho, para esta última diseñó y construyó el Comete, una bonita versión coupé del Vedette. Otro de sus diseños más destacados fue el Cresta para Bentley.

Pero Daninos quería ir más allá y es por eso que en 1954 decidió crear su propia marca, a la que denominó igual que a sus talleres añadiendo el nombre Vega, relacionado con las estrellas, las constelaciones y el firmamento. Ese mismo año aparecen los primeros Facel Vega, el modelo FV.

Daninos usó un chasis tubular al que acompañó de una preciosa carrocería de dos puertas y de líneas claramente inspiradas en los automóviles del otro lado del Atlántico, que podía escogerse en versión cerrada coupé y convertible. El desarrollo de un motor siempre es la parte más costosa del coche y Jean Daninos, consciente de que era un fabricante modesto, pese a que sus coches iban destinados a los bolsillos más adinerados, recurrió a comprar las mecánicas a un fabricante externo. La opción mecánica escogida fue el V8 de la marca De Soto, del grupo Chrysler, con 4,5 litros de cilindrada y 250 cv de potencia. En cuanto a la transmisión, dos eran las posibilidades que el cliente podía tener en cuenta, una automática de tres velocidades y una manual, fabricada por Pont-A-Mousson, de cuatro marchas sincronizadas.

Hubo tres generaciones diferentes del modelo FV. Las primeras unidades del FV 1 llevaban un parabrisas convencional, pero tras los 11 primeros coches se les incorporó uno panorámico, que hoy día se ha convertido en una seña de identidad de los Facel Vega. Pero su rasgo estilístico más característico está en su frontal, su parrilla oval vertical acompañada de otras dos más pequeñas horizontales a cada lado. En los FV 1 y FV 2 los grupos ópticos redondos llevaban justo debajo los intermitentes, pero a partir del FV 3 se añadió un segundo faro, quedando un conjunto doble dispuesto en forma vertical. Todos los modelos de las series FV pueden considerarse casi prototipos únicos, pues no se vendieron muchos. Según las publicaciones más expertas hablan que el hecho de que los Facel Vega no montasen su propio motor hacía a los potenciales compradores optar por los coches de casas como Jaguar, Aston Martin, Mercedes o Maserati, que curiosamente eran todos más baratos que el gran turismo francés. Añadiremos las cifras de producción para dejar aún más patente el carácter excepcional de estos vehículos, algo más de 350 ejemplares entre 1954 y 1957 repartidos en 46 unidades del FV 1, 103 del FV 2 y 205 del FV 3. La serie FV fue sustituída por el HK 500, un FV 3 básicamente al que se le sustituyó el motor De Soto por el todopoderoso Chrysler Hemi, llegando a ser el modelo más exitoso de la marca y que cuenta con dos capítulos en este blog.

Después de sendos Alvis y Jensen, la marca de miniatures holandesa Neo ofrece a los coleccionistas dos inéditas miniaturas de otra de esas marcas menos conocidas de la historia, en este caso Facel Vega. Y digo inéditas pues aunque es verdad que la marca Ixo cuenta en su catálogo con un Facel Vega FV, se trata de un coupé, y encontrar el FV Convertible que en su día hizo la muy elitista marca francesa Heco es prácticamente imposible, y si además se tiene suerte de hallar uno, habrá que enfrentarse al precio más prohibitivo que exija el vendedor. No obstante, Los Facel de Neo, pese a no ser baratos, sí son una excelente opción pues su relación calidad precio es correcta. Las proporciones de ambos convertibles son correctas y los moldes están muy bien ejecutados. Con todo, lo mejor, como ocurre con el 99 % de los Neo, es su detallado en general tanto interior como exterior, donde abundan las piezas independientes y de material fotograbado, destacando la fina realización de las calandras y las llantas de radios. Incluso viene colocada sobre la cerradura del maletero, justo debajo del tirador, el cual incluye un minúsculo y ultrapreciso emblema de Facel Vega, una pequeña lámina de plástico, ya que debe ser una pieza muy delicada, y es que verdaderamente los Neo, como todas las miniaturas de resina, no son aptas para los coleccionistas a los que les gusta "jugar". No añadiré nada más ya que el visitante dispone en esta ocasión de un buen reportaje fotográfico de cada modelo.