jueves, mayo 14, 2009

Jensen Interceptor SIII Convertible de Neo Scale Models







Antes de comenzar a hablar del coche en sí, convendría dar algunos datos de la marca. Jensen Motors es uno de los muchos fabricantes de coches del Reino Unido que ya hoy no existen. Su actividad dio comienzo a mediados de los años 30. Básicamente Jensen fabricaba las carrocerías y los interiores y para las mecánicas recurría a las de otros fabricantes, siendo sus primeros proveedores Ford, Nash y Austin. El primer modelo Interceptor, con motor Austin A35 de seis cilindros, se vendió de 1949 a 1957 y no tuvo mucho éxito.

Jensen Motors tenía muy claro que quería dirigir sus coches al segmento más alto del mercado y en 1966 introdujo el que quizás es hoy por hoy su modelo estrella, un coche que se ha ganado a pulso su plaza en el 'Roll of Honours' de los automóviles clásicos, la segunda generación del Interceptor.

Al igual que otros pequeños fabricantes de vehículos tipo gran turismo, Jensen optó por equipar a sus coches con los enormes, potentes y fiables motores americanos, en este caso y siguiendo el ejemplo de otras marcas como Facel Vega, Jensen optó por mecánicas del grupo Chrysler. Las líneas del nuevo Interceptor eran claramente rupturistas con las de su predecesor, el CV8. Las carrocerías eran obra de Vignale y en los primeros años venían desde Italia, después se fabricaron en la misma factoría de West Bromwich. El diseño era muy propio de los GT italianos de los 60, de líneas rectas, con un morro muy largo (había que albergar un motor enorme) para terminar en una zaga compacta. Precisamente es su cola el rasgo estilístico más llamativo del Jensen Interceptor, la cual terminaba en una curiosa cúpula de cristal redonda.

En el apartado mecánico, los motores del SI, fabricado entre 1966 y 1969, cubicaban 6.3 litros. Sólo esta primera serie ofreció la posibilidad de ir equipada con cambio manual o el Torqueflite automático. Desde la SII todos los Jensen Interceptor montaron la variante de 7.2 litros. En 1969 cambia el frontal y se le añaden discos de freno. A partir de 1971, con la SIII, las llantas de aleación eran de serie. Cabe resaltar dos versiones muy especiales, la SP -Six Pack-, cuyo motor Chrysler iba dotado de tres carburadores Holley de doble cuerpo que ofrecía 390 CV, y la FF (Ferguson Formula), el primer coche deportivo con tracción integral. 

En 1974 se introdujo el modelo Convertible, mucho más exclusivo y especialmente dirigido a los clientes de los Estados Unidos, del que apenas se construyeron 267 ejemplares. Celebridades como Frank Sinatra, Winthrop P. Rockefeller o el Shah de Persia poseyeron en su día un Jensen Convertible. Reseñar que el Interceptor dejó de fabricarse en 1976, aunque en los 80 se siguieron vendiendo de forma artesanal, aunque lógicamente eran coches a todas luces desfasados.

No cabe ninguna duda de que Neo ha conquistado el corazón de los coleccionistas de coches clásicos en miniatura y estos Jensen vienen a corroborarlo. Como viene siendo habitual, la finura del fabricante holandés queda bien patente, con exteriores perfectamente proporcionados, magistralmente exornados con piezas independientes y fotograbados, e interiores que no se quedan atrás. En cuanto al coupé, he de decir que he optado por la combinación de colores para mí más atractiva, de hecho es el único Jensen bicolor que por ahora oferta Neo, aunque para mala fortuna de los coleccionistas británicos se trata de un ejemplar matriculado en Suiza y con volante a la izquierda. El cabrio, con una más que atractiva combinación de colores, es una versión exclusiva fabricada por Neo para la tienda alemana Modelcarworld, de 300 ejemplares. Es el único que ofertan con el interior claro, a mi juicio más atractivo ya que permite ver mejor y con más claridad sus detalles. Tiene una matrícula propia de la tienda antes nombrada que imita a las alemanas. En fin, confiemos en que Neo siga ofreciendo joyas así.

1 comentario:

Carlos dijo...

Este s.III es perfecto en la versión convertible, pero el coupé tiene un defecto de forma (que el Interceptor de Oxford no tiene). La esquina póstero-inferior de la ventanilla lateral trasera forma una curva característica que el modelo de Neo no reproduce. El de Oxford, sin embargo, tiene un portón trasero peor, ya que no han reproducido otro rasgo distintivo de este coche que Neo sí ha "bordado": la parte cromada del marco de la gran luna trasera/del portón, la contigua al cristal, va superpuesta a otra de chapa pintada, formando una especie de marco "compuesto".
He escrito a Neo para comentarles el fallo mencionado y me han contestado positivamente, diciendo que han pasado a fábrica los detalles y fotos de mi nota. Veremos...