lunes, agosto 22, 2022

Imperial Crown Convertible 1959 de GLM










"América's most distinctive fine car" -"el coche elegante más distinguido de América"- fue el slogan publicitario de venta empleado por Chrysler para su división Imperial en 1958 y los cambios introducidos para sus modelos de 1959 -más de los que parecen- iban encaminados a reforzar esa idea. Y es que pese a que el Imperial de 1959 pudiera parecer una puesta al día estética del modelo de 1958, y éste a su vez, lo mismo que el de 1957, la gama 1959 venía cargada de novedades más allá de lo estilístico que afectaban a la parte mecánica de los coches e incluso, a aspectos organizativos de la empresa.

1959 fue el tercer año de la segunda generación de los conocidos como Imperial de Virgil Exner, introducida en 1957 en sustitución de la primera generación, la que estuvo a la venta en el ejercicio 1955-1956, los dos primeros años de Imperial como marca con entidad propia dentro de la Chrysler Corporation. Esta segunda generación Imperial supuso la primera puesta al día del denominado diseño 'Forward look' de Virgil Exner, una generación de coches caracterizados por ser más anchos, más bajos y con las típicas aletas traseras que tan de moda se pusieron en la segunda mitad de la década de los 50.

Como ya hemos escrito más arriba, Imperial mantuvo el mismo diseño en sus coches de 1958 a 1959 y sólo los cambios cosméticos diferenciaban un modelo de un año del otro. El rasgo distintivo del nuevo modelo de 1959 era una calandra frontal con un diseño más agresivo con forma de grandes dientes cromados. También se produjeron una serie de cambios en los ornamentos cromados de la carrocería, todo en busca de un acabado más deportivo que captase la atención de clientes más jóvenes. El interior también recibió actualizaciones. 

Pero las grandes novedades de la generación Imperial de 1959 estaban más en el interior, ya que bajo el capó se estrenaba el nuevo motor Chrysler Wedgehead 413 ci de 6.8 litros de cilindrada y 350 CV de potencia, el cual reemplazaba al mítico Hemi V8 392 ci, que en su última evolución cubicaba 6.7 litros produciendo 345 CV de potencia. De hecho, en 1958, los modelos Custom y LeBaron ya equiparon el nuevo motor Wedgehead y sólo los Crown mantuvieron el Hemi. También en 1959, Chrysler ofreció como equipamiento de serie en todos los Imperial el cambio automático Torqueflite accionado mediante botones situados a ambos lados del cuadro de instrumentos. La generación 1959 de Imperial fue la primera de la firma de lujo de Chrysler en fabricarse en la planta de la avenida Warren y no en la de la avenida Jefferson. 

Al igual que su antecesor, los Imperial de 1959 estaban disponibles con cinco tipos de carrocería, sedán de cuatro puertas, hardtop Southampton -sin pilar B- de dos y cuatro puertas, convertible y la limusina de batalla larga construida por Ghia en Turín, Italia. Con sólo 555 unidades fabricadas, la carrocería convertible es una de las más exclusivas del año 1959, de un total de 17.710 Imperial fabricados ese año. 

Si con los Imperial Crown Convertible de 1958, 1960 y 1961, el fabricante de miniaturas con sede en Hong Kong Great Lightning Models, más conocido entre los coleccionistas como GLM, nos proporcionó un bonito trío, ahora con la llegada del nuevo Convertible de 1959 hacemos un póker en todas regla. GLM es con diferencia el fabricante actual de miniaturas que más está reproduciendo réplicas a escala 1/43 de la vieja marca Imperial de Chrysler y parece que el ritmo no va a decaer pues ya han anunciado futuras e interesantes novedades, casi inéditas. En lo que al modelo de 1959 podemos decir básicamente lo mismo que dijimos de sus hermanos de gama: molde correcto y proporcionado y muy buen acabado en general, aunque hay algunos coleccionistas que le han afeado sustituir algunas piezas independientes de metal fotograbado por partes fijas pintadas en color plata. Sí es cierto que ha habido muchas quejas entre los coleccionistas sobre algunos fabricantes de miniaturas y su deficiente trabajo con las piezas de metal fotograbado que terminan despegándose, por lo que en GLM han optado por poner el parche. No es que el resultado sea malo, pero quizás pagar el dinero que hoy día cuesta un GLM y no tener una miniaturas con todos sus fotograbados puede sonar a abuso, pero lo cierto es que la solución de GLM puede ser mejor a largo plazo. Sea como sea, la miniatura merece mucho la pena. GLM ha ofrecido su Imperial Crown Convertible de 1959 en tres colores: negro, verde oscuro y azul claro, con capota puesta y sin ella. En mi caso he optado por el azul claro con capota quitada.

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