El barcelonés Pedro Serra Valdés es sin ningún lugar a dudas el más prestigioso carrocero que ha habido en España. Su talento le vino heredado de su padre que construía y reparaba carrocerías para coches de caballos. El hecho de haber desarrollado su trayectoria profesional en unos tiempos donde España estaba económicamente aislada del exterior supuso quizás un obstáculo por el que Serra no haya alcanzado el reconocimiento de otros grandes nombres internacionales del diseño de automóviles pero, con todo, su producción fue muy prolífica, especialmente entre las décadas de 1950 y 1970 del siglo pasado.
De entre los muchos e interesantes trabajos de carrocería realizados por los talleres de Pedro Serra hay algunos que destacan especialmente: los bonitos descapotables construidos sobre base mecánica Seat o del Dodge Dart de Barreiros; la elegante carrocería coupé para un Rolls Royce Silver Wraith; la transformación de un Morgan Plus 4 en un atractivo y vistoso GT; el Dodge Bulevar, que se basada en el Dodge 3700 GT y tenía un aspecto muy similar a los Muscle Car americanos de su tiempo; o el simpático microcoche Clúa, son sólo unos ejemplos de la trayectoria creativa de los Talleres Serra.
Obviamente, el encuentro entre el más prestigioso carrocero de España con el fabricante nacional de los entonces coches más exclusivos, los deportivos Pegaso, era inevitable que se produjera. A finales de 1954, Gonzalo Yébenes, gentleman driver, había sufrido un accidente con su Berlinetta Enasa. Éste compró un nuevo chasis a la fábrica, al que mandó transplantar todos los órganos mecánicos del Pegaso accidentado. La carrocería sería encomendada a Pedro Serra, siendo su primer trabajo sobre base Pegaso.
Yébenes recogió de los Talleres Serra su nuevo Pegaso en primavera de 1954. Se trataba de un magnífico 'Spider' de color rojo. Dicho coche llamó pronto la atención de Ricart, que no dudó en encargar a Serra un segundo Spider. Similar en estilo al de Yébenes aunque pintado de blanco, este Pegaso empleaba el nuevo chasis Z103 y fue equipado con el novedosos motor Z104, siendo su misión el Salón de París. Una tercera unidad sería encargada, en esta ocasión de color gris, automóvil especialmente popular que protagonizaría la película 'Spanish Affaire' junto a Carmen Sevilla y Richard Kiley y posteriormente adquiriría el playboy jerezano José Domeq de la Riva 'El Pantera', luciendo placa de matrícula de Cádiz.
En 1956 Serra fabrica otros tres Spider, los tres en color rojo con el interior en beige. Uno de ellos fue empleado como vehículo de muestra en diversos salones y ferias, entre ellas París 1956 y Barcelona 1957. El segundo, fue un recarrozado sobre el chasis de la Berlinetta Touring de Polo Villamil tras un accidente en una competición privada. Adquirido por las Bodegas Gonzalez-Byass de Jerez, el quinto Spider Serra fue sorteado en una campaña publicitaria del Brandy Soberano.
Y por fin llegamos al modelo que nos ocupa, la referencia número 73, el tercer Spider del lote de 1956 y considerado como el "último Pegaso de fábrica" según atestigua el artículo de investigación publicado por Andrés Ruiz. Fabricado en 1956, permanece en Enasa tres años hasta que es adquirido por el madrileño Javier Armet Fiol, su primer propietario. Previamente había sido expuesto en el Salón de París de 1956. Su actual propietario es el coleccionista Ramón Magriña. Tuvo un papel protagonista en la película musical 'Melodías de hoy'.
Pintado en color rojo y con el interior tapizado en beige claro, se trata de un Spider Serra de segunda serie, código interno SS2. Monta el motor Pegaso V8 de 2.8 litros y 160 CV. En esta ocasión su diseño tiene ciertas peculiaridades respecto a los anteriores Spider Serra. Las tendencias estilísticas en boga en el diseño de automóviles deportivos en la década de los 50 convergen en el diseño de Pedro Serra para Pegaso: por un lado, la americana, hegemónica, y, por el otro, la italiana, la más novedosa y que terminaría desbancando a la primera. El trabajo de Serra resulta muy equilibrado en la forma de mezclar ambas. El frontal del coche resulta inequívocamente Pegaso gracias a la cruz cromada sobre su calandra, seña de identidad de la marca. Los grupos ópticos frontales dobles y en disposición vertical son un recurso estético que popularizó el diseñador francés Jean Daninos en sus coches, los Facel Vega, y muchas marcas lo emplearían en la década venidera. En las formas generales del coche es donde se aprecia especialmente la influencia italiana, pues no podemos olvidar el hito de diseño que supuso la aparición en esos años del Alfa Romeo Giulietta Spider. El parabrisas, como no podía ser de otro modo, panorámico, aunque sin llegar a las dramáticas formas de los del Chevrolet Corvette o el Lancia Aurelia Spider América. Contrariamente a los SS1 con su trasera más limpia y redondeada, las colas cobran protagonismo en los SS2, siendo en este caso especialmente pronunciadas aunque no todavía no habían alcanzado su cénit. Los parachoques traseros quedaban encastrados partiendo en dos partes las tulipas de unos faros traseros provenientes de los Simca Versailles/Arianne/ Chambord.
Esval Models, fabricante de miniaturas en escala 1/43, anunció hace ya dos años la inclusión en su catálogo de dos referencias de Pegaso. Especializado en modelos en resina de alta calidad, tras dos años de espera los Pegaso de Esval llegaron al mercado recientemente, casi coincidiendo con la última Feria del Juguete de Nuremberg, donde los neoyorquinos desplegaron un impresionante stand mostrando su actual catálogo y muchas de sus futuras referencias. Dos referencias de Esval ya han sido objeto de análisis en este blog y, por fin, vamos a por el primero de sus Pegaso, el Spider Serra SS2 de 1956 réplica del número 73 de los 86 Pegaso Z102 fabricados. Empezaremos con un pequeño tirón de orejas, pues el excesivo tamaño de su frontal, demasiado prominente, hace parecer que el voladizo delantero es más grande de lo que debería ser. Es quizás la única pega que le podemos encontrar a este modelo, pues por lo demás estamos ante una miniatura de un nivel y calidad superlativos, con una impresionante atención al detalle que le confiere un gran realismo. Destaca, como no, el uso de piezas en fotograbados o las alfombras de verdad entre otros muchos detalles que pueden observarse en las fotografías aportadas. Por supuesto, no me olvido de que nuevamente un fabricante de miniaturas extranjero se acuerda de reproducir los Pegasos españoles, lo que hace que cada vez dispongamos de más réplicas de este trozo de nuestro patrimonio en el mercado y al alcance del coleccionista.
Los datos de este artículo han sido extraídos de la web Piel de Toro, así como de Roberto López Alcolea y Antonio Barrio.
4 comentarios:
Świetnie dla odmiany zobaczyć osobowe auto tej marki :)
Pozdrowienia
Genial Keko, como siempre, enhorabuena por el artículo y por la miniatura.
Genial Keko, como todos tus artículos, enhorabuena.
Gracias Keko
Publicar un comentario