El modelo 98 ha sido desde 1940 hasta 1996 el buque insignia de la división Oldsmobile de General Motors. Debe su denominación a que pertenece a la Serie 90 y equipa un motor V8. En términos comerciales, el Oldsmobile 98 se situaba justo por debajo de Cadillac y Buick y era competencia directa de las divisiones Mercury y De Soto de la Ford Motor Company y la Chrysler Corp respectivamente.
La sexta generación del Oldsmobile 98 vio la luz en 1959. Contrariamente a sus hermanos mayores de Buick y Cadillac, no iba montado sobre la nueva plataforma X-Frame. Se ofrecía con cuatro tipos de carrocería, el Hardtop Coupé, el Convertible y los sedán de cuatro y seis ventanas.
El equipamiento que ofrecía era muy completo, incluyendo un reloj eléctrico, dirección asistida, servofreno, así como el poderoso motor Rocket V8 394 ci de 6.5 litros de cilindrada y 315 CV de potencia, aparejado a una efectiva caja de cambios automática denominada Hydra Matic Jetaway, todo por un precio de 4.300 dólares.
Su diseño era completamente novedoso y queda manifiesto su intención de competir con el 'Forward Look' de los Chrysler de Virgil Exner. Comparado con su antecesor de 1958, tan barroco y con tantos cromados, esta nueva generación del Olds 98 es mucho más elegante y estilizado, muy ancho y llaman la atención sus aletas traseras estilo 'Rocket' o 'Jet' cuya forma se asemeja a las toberas de un reactor.
1959 vio como Oldsmobile produjo un total 383.000 coches, un siete por ciento de la producción total del mercado americano de aquel año. Con su motor Rocket de 315 CV de potencia, el Olds 98 se mostró un auto muy rápido, tanto que en manos del legendario Richard ´The King' Petty, logró ser el primer coche en ganar la edición inaugural de la mítica Daytona 500.
Sinceramente, queridos lectores, debo ir admitiendo que tengo un serio problema de adicción a las increíbles reproducciones a escala 1/43 de autos clásicos americanos de la década de los 50 que Neo Scale Models realiza. Y este Olds 98 me lo apunto como un triunfo personal. Ya hace unos años que salió al mercado y a muy poco tiempo ya era prácticamente imposible hacerse con él. Pero la paciencia es la virtud de buen coleccionista, y en este caso, pues supe mantenerla y no comprar ni la versión descapotable en color blanco ni el nuevo en tono ocre. Y en mi reciente viaje a Berlín lo encontré en una tienda denominada Turberg en pleno centro de la capital alemana. Es una pieza que impresiona: es muy vistosa y tiene un tamaño y un peso generosos pese a ser de resina. Sus formas y proporciones parecen correctas y el nivel de terminación es el habitual de Neo, con muchos detalles y piezas independientes que le otorgan un impresionante realismo. Una nueva alegría para contemplar en esas vitrinas que cada mañana me alegran el día nada más mirarlas y cada noche me voy a dormir contento.
2 comentarios:
Espectacular, hermoso automovil, gran miniatura.
Comparto tu adicción a los coches americanos en miniatura... lamentablemente en Argentina en la actualidad estas miniaturas de calidad estan demasiado elevadas en precio, por lo que no puedo acceder a ellas en estos momentos, ojala la cosa cambie.
Saludos!
Precioso Oldsmobile Keko; estos coches tan largos me recuerdan mi infancia.
Me encantan.
Neo, como siempre, haciendo maravillosas miniaturas.
Abrazo!
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