Los astros del universo se alinearon en el año 1955 para alumbrar el nacimiento del primer coche de la serie más legendaria que jamás fabricó la Chrysler Corporation. Denominado C300 -La 'C' identificaba a todos los modelos Chrysler, y 300 indicaba su potencia-, se trata de un auto del tipo 'Personal Car'. Su atractivo e imponente diseño, denominado 'Forward Look', fue obra del entonces jefe de estilo de la Chrysler, Virgil Exner, uno de los grandes nombres del diseño automotriz americano.
Exner combinó en una carrocería los elementos más llamativos de los modelos más exitosos, de este modo, el C300 lucía el frontal del Imperial, incluida su doble calandra. La sección media era la misma que en el New Yorker y los cuartos traseros provenían del Windsor. La guinda del pastel se encontraba bajo el capó, donde se hallaba el nuevo motor V8 con culatas hemisféricas, de 5.4 litros y 300 CV de potencia gracias a sus cuatro carburadores dobles. Un automóvil así captó pronto la atención del campeonato Nascar, donde el C300 corrió decorado con el lema 'The world fastest stock car' en su librea.
En 1956 Chrysler renombra el C300 como 300 B, de este modo desde entonces los modelos 300 serían conocidos popularmente como 'Letter Series', pues cada año, el Chrysler 300 sería identificado con una letra del alfabeto. Siempre se ha dicho aquella expresión de "segundas partes nunca fueron buenas", pero en el caso del Chrysler 300 B respecto a su antecesor el C300, las expectativas mejoraron notablemente.
El 300 B mantuvo el estilo del C300, diferenciándose en un rediseño de sus aletas traseras, integradas en la carrocería y más prominentes. Nuevamente, lo más interesante latía bajo el capó. El motor V8 Hemi creció desde los 5.4 litros -331 ci- hasta los 5.8 litros -344 ci- con dos niveles de potencia, 340 y 355 CV. El 300 B fue el primer coche americano en superar el CV por pulgada cúbica de potencia específica. El 300 B se podía combinar con una caja de cambios manual de tres velocidades o una automática Torqueflite de dos.
El 300 B pudo dar el sorpasso definitivo a su antecesor gracias al éxito del piloto Carl Kiekhaefer en el campeonato Nascar del mismo año. Un total de 1.102 300 B fueron fabricados y vendidos. Cabe resaltar que Chrysler dio a su marca más modesta De Soto un modelo de altas prestaciones ese mismo año de 1956, el Adventurer, que compartía mecánica con el Chrysler 300 B.
El fabricante Neo Scale Models añade recientemente a su catálogo esta preciosa reproducción del legendario Chrysler 300 B. Neo ya contaba con una estupenda miniatura de otro integrante de la 'Letter Series', el 300 F. La reproducción viene a tener el habitual alto nivel de calidad de las realizaciones de Neo Scale Models, con un molde correcto y proporcionado en formas y un acabado rico y detallado con numerosas piezas independientes y de metal fotograbado. Imprescindible para los coleccionistas de clásicos americanos.
Hermoso modelo cincuentero, yo lo tengo en 1/64.
ResponderEliminarImpresionante NEO.
Saludos!