Los motores de ocho cilindros en línea tuvieron un periodo especialmente prolífico en la década de los años 30 del pasado siglo XX. En una época en que los fabricantes no encontraron limitación en el tamaño de sus coches no había excesivos problemas en instalar estas enormes mecánicas en autos con capós de tamaño kilométrico. Marcas como Pierce-Arrow, Bugatti, Duesenberg, Cord, Marmon o incluso Rolls Royce en su exclusivo Phantom IV emplearon estas unidades motrices, aunque si hay un fabricante especialmente recordado por el uso de los motores de ocho cilindros en línea es la legendaria firma americana Packard.
Packard introdujo en 1923 el motor de ocho cilindros en línea de producción en serie y a mediados de la década de 1950 fue la última compañía en ofrecerlo. Pese a que Cadillac y Oldsmobile transformaron el paisaje automovilístico de la posguerra introduciendo su nuevo motor V8 de carrera corta y alta compresión, Packard se mantuvo fiel al gran ocho en línea. No obstante, en 1951 y bajo la presión de la opinión pública, la compañía claudicó entendiendo que este tipo de motores había quedado obsoleto, por lo que inició el desarrollo de una nueva mecánica V8.
Con todo, Packard quiso dar una digna despedida al motor que más popularidad le había dado. La gama de automóviles Packard de 1954 vio la introducción de un nuevo Coupé con el diseño hard top tan de moda entonces. Básicamente se mantenían en catálogo todos los modelos introducidos en 1951 con el llamativo y elegante diseño de Peter Teague con tres tipos de carrocería, sedán, cabriolet y coupé, además de las versiones especiales realizadas por el especialista Henney, ambulancia, coche fúnebre y limousine.
El nuevo coupé hardtop Pacific se situaría en lo alto de la gama junto al cabriolet Caribbean mientras que por detrás quedarían el coupé Mayfair y el sedán Patrician. El Pacific equipaba la versión más potente del motor de ocho cilindros en línea, un 5,9 litros (359 ci) con 212 cv de potencia aparejado a la caja de cambios automática Ultramatic de tres velocidades. Dicha mecánica estaba en clara desventaja de potencia frente a sus rivales, toda vez que el V8 de Cadillac ofrecía 230 cv y el Hemi V8 de Chrysler 235 cv. Ello se vio reflejado en un año comercialmente malo para Packard, cuya despedida del motor de ocho cilindros en línea se tornó agridulce. En total, Packard produjo 1.189 unidades del Pacific en 1954, cifra muy pequeña comparado tan sólo con sus principales rivales de Cadillac, Lincoln o Chrysler. Ello ha provocado que los Pacific alcanzan una altísima cotización en el mercado de los autos clásicos.
En la entrada dedicada al Dodge D100 Pick Up destacaba a Neo Scale Models como un fabricante que se ha convertido desde sus inicios en una referencia de las miniaturas de coches clásicos americanos, y he aquí una prueba más. En esta entrada presento una miniatura del Packard Pacific de 1954 que sólo puede definirse de una forma: colosal. Su tamaño la hace colosal. Su espectacular acabado la hace colosal. Incluso su peso es colosal aun tratándose de una miniatura de resina. En este caso, se trata de una edición especial con la tirada limitada a 300 ejemplares realizado en exclusiva para la tienda Modelcarworld. Neo tiene otra versión en su caso de dos tonos azules. Además esta miniatura está etiquetada bajo la submarca American Excellence, empleada por Neo para sus modelos a escala de autos americanos. Obviará el comentario que hago en muchas ocasiones recomendando a los coleccionistas interesados en este tipo de productos su adquisición, sólo les invito a ver las fotos, pues seguro que terminan cayendo.
4 comentarios:
Menos mal que tengo limitadas mis temáticas, en las que no entran los americanos. Si no, tendría que estrellar la alcancía para intentar hacerme con esta maravilla!
Saludos!
Es una miniatura impresionante en todos los sentidos, su tamaño, su peso para ser de resina y su excelente acabado.
Saludos Antonio
Maravilloso producto de NEO. La verdad, lo único en contra de esas maquetas es su fragilidad y lo complicado de manipularlas. si uno no tiene suficiente cuidado se le puede quedar pegado en los dedos un minúsculo fleje de metal fotograbado, el cual echa de menoz quizás unas semanas después. cuando ya el paradero de la pieza extraviada es una incógnita sin solución. Son para poblar vitrinas herméticas y estar confinados allí eternamente, o en sus cajas.
Mas allá de eso, la variedad y calidad del catálogo es una maravilla. Teniendo en cuenta aún que enfocan su producción en le época más gloriosa de la automoción americana, la de los años 50s.
Saludos!
Efectivamente ese es el mayor defecto de los Neo y similares, aunque sí es cierto que con los fotograbados de Spark, Matrix o TSM no he tenido problemas. Yo los tengo en sus vitrinas guardados y no suelo manosearlos mucho, con todo, de vez en cuando algo se les cae.
Saludos y gracias por la visita
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