El modelo H6C de Hispano Suiza hace su aparición en 1924 y supuso el último y más avanzado paso técnico de la evolución del que siempre ha sido el modelo más exitoso de la mítica marca española, el H6. El moderno y avanzado motor de seis cilindros en línea de Hispano ya cubicaba 8 litros de cilindrada y ofrecía 200 cv de potencia.
La marca sólo entregaba a los clientes el conjunto chasis-motor-transmisión y estos debían de buscar un carrocero a su gusto. A lo largo de la histora, muchas son las marcas de coches que se han hecho famosas gracias a la posición social de sus propietarios, puede ser el caso de Duessenberg, que contó entre sus clientes a los actores Clarke Gable, Gary Cooper, Cary Grant y Mae West; o de Facel Vega con Sir Stirling Moss, Ava Gardner, Ringo Starr o Pablo Picasso.
En el caso de Hispano Suiza, era conocida la predilección que sentía por esta marca André Dubonnet, un personaje no tan público como los anteriormente mencionados, pero no por ello menos importante. Dubonnet procedía de una acaudalada familia francesa que había logrado una inmensa fortuna con el negocio de los aperitivos y el coñac. Además de ser un aviador empedernido, Dubonnet participaba en las carreras de automóviles más prestigiosas de la época, siempre con un coche de la marca de cigüeña. En 1924, un joven André Dubonnet de 26 años se hizo con un Hispano H6C.
Para la carrocería contactó con la empresa aeronáutica Nieuport a la que encargó una carrocería ligera que pudiese servir tanto para la competición como para la rutina diaria. Los hombres de Nieuport construyeron una estructura de madera de Tulipwood, una especie de haya habitual de los Estados Unidos, Brasil y China cuya madera de tonos amarillentos es especialmente demandada por la industria del mobiliario de lujo, además de ser muy resistente y ligera. Los listones de madera eran ensamblados en la estructura de chapa mediante remaches y luego se lijaba, sellaba y barinzaba. La carrocería sola era extremadamente ligera, apenas superaba los 72 kilos. Dubonnet y su espectacular Hispano Suiza de madera quedaron sextos en la Targa Florio de 1924 y quintos en la Copa Florio para autos de más de 4,5 litros de cilindrada. Tras su paso por la competición, el coche fue adaptado al uso de calle, se le colocaron los guardabarros y es de esta guisa tal y como puede ser admirado hoy día en el prestigioso museo norteamericano de la Blackhawk Collection, en Danville, California. A modo de anécdota, podemos destacar que otro famoso Hispano Suiza que poseyó André Dubonnet fue el denominado Xenia, que tenía una moderna y llamativa carrocería con las aletas integradas y puertas correderas.
Después de haberlo ofrecido en una colección de Altaya, Ixo presenta la versión para el comercio tradicional del Tuliwood. Pese a ser el mismo molde, la nueva versión difiere bastante en su acabado con la del coleccionable. Ésta última para empezar no tiene el tono de pintura adecuado y no cuenta con los múltiples y elegantes detalles de fotograbado de la versión de tienda normal. Es precisamente el efecto de la pintura de la nueva realización de Ixo el factor que más llama la atención, donde se aprecia perfectamente el efecto de la veta de la madera. La mayoría de los detalles cromado y de acabado en bronce son de metal fotograbado, destacando especialmente las preciosas llantas de radios. El interior del habitáculo también está muy bien detallado. En fin, que me parece que es una miniatura con un acabado espectacular para ser un Ixo, lo cual dice mucho del buen camino que poco a poco está tomando esta marca.
1 comentario:
Un hermosos modelo y una muy buena maqueta. Felicitaciones
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