jueves, octubre 29, 2015

Ruf CTR 'Yellow Bird' de Spark






La prestigiosa revista del motor 'Road & Track' otorgaba en el año 1987 el título de 'el coche más rápido del mundo' a la última creación de Ruf Automobile un preparador especializado en Porsches de Pfaffenhausen, Alemania. Esta información puede pasar desapercibida para cualquier profano en la materia, pero no para un apasionado del automovilismo que sabía muy bien que ese año habían hecho su irrupción en el mercado dos leyendas del automovilismo deportivo como el Porsche 959, el prodigio tecnológico de la firma de Stuttgart, o el Ferrari F40, el supercoche que condensaba toda la experiencia del 'Cavallino Rampante' en la Fórmula 1.

Ruf Automobile es una empresa fundada por Alois Ruf Sr que comenzó su actividad como taller y estación de servicio. Ruf era un apasionado de la ingeniería y entre las décadas de los 40 y 50 del siglo pasado diseñó y vendió un autobús turístico. La influencia de Alois Sr en su hijo, Alois Jr, hizo que éste se decantase hacia el automovilismo deportivo dedicándose dentro del negocio de su padre al mantenimiento, reparación y restauración de modelos Porsche. Tras la muerte del padre en 1974 Alois Ruf Jr tomó el control de la empresa familiar. En 1975 nació el primer Porsche 911 preparado por Ruf y en 1977 modificó un 930 Turbo con motor 3,3 litros. En 1979 vio la luz el Ruf SCR con motor atmosférico de 3,2 litros optimizado para rendir 217 cv.

El trabajo de Alois Ruf Jr supuso todo un efecto llamada para muchos propietarios de Porsche 911 que acudían a su taller para recibir una preparación que mejorase su rendimiento y su aspecto. El primer gran éxito del preparador llegó en 1987 y se llamó Ruf CTR 'Yellow Bird'. Basado en un 911 Carrera 3.2 similar a los que competían en las carreras de la categoría Grupo C (de ahí su nombre CTR, Grupo C Turbo Ruf) su motor bóxer de seis cilindros vio aumentar su cilindrada hasta los 3,4 litros. Se le dotó de un sistema de ignición proveniente del Porsche 968 CS de competición y de dos turbocompresores asociados a dos intercoolers. Todo ello generó un rediseño de los elementos en el vano motor. El resultado era un Porsche 911 con 469 cv de potencia. Sirva como nota aclaratoria que el auto más potente que entonces producía Porsche era el 911 Turbo de 300 cv.

El apodo 'Yellow Bird' vino motivado tanto por el color original del coche así como por el ruido que hacían las válvulas de descarga de sus dos turbos, que recordaban al piar de un canario.

Ruf produjo para este modelo su propia caja de cambios de cinco velocidades tras no encontrar ninguna que le resultase satisfactoria. Instaló frenos Brembo de 330 mm de diámetro, neumáticos Dunlop Denloc y llantas específicas Speedline de 17 pulgadas. Todo ello fue coronado por un kit de aerodinámico específico para su carrocería con fondo plano y paneles soldados. La prueba de fuego vino con la prueba desarrollada por la revista 'Road & Track' en el circuito de Ehra-Leissen, donde el piloto de pruebas de la casa Stefan Roser, pulverizó el récord de 320 Km/H del Ferrari F40 alcanzado los 340.

Roser, gran apasionado del viejo Nurburgring, grabó en 1987 un video denominado 'Faszination' en el Nordshleife parando el crono en 8 minutos y 5 segundos estableciendo entonces un récord para autos de calle. Hoy día y gracias al videojuego 'Need for Speed' son muchos los que tratan desde el salón de casa de emular a Stefan Roser con el Ruf CTR 'Yellow Bird' digital.

La miniatura que presento hoy está fabricada por Spark y lleva conmigo más de una década siendo uno de los primeros modelos de este fabricante que incorporé a la colección. Está realizada en resina y cuenta con un elevadísimo nivel de realización con detalles muy cuidados, como es el caso de las rejillas de aireación traseras hechas en fotograbado o el logo de Ruf sobre la luna trasera o incluso sobre las magníficamente realizadas llantas Speedline. La miniatura apenas nota sobre sí el paso del tiempo y se ve como su calidad la hace estar de plena actualidad pese a la constante evolución que experimenta el coleccionismo en escala 1/43. De hecho, se trata de un modelo muy difícil de conseguir y por el que se empiezan a pagar importantes sumas en el mercado de segunda mano.

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