sábado, octubre 10, 2015

Ligier JS2 'Prototype' de Spark






Guy Ligier, un chico huérfano de Vichy que trabajaba como asistente de una carnicería, desarrolló una notable carrera en el rugby francés llegando formar parte de la Selección Nacional. De carácter muy emprendedor y con la ambición de lograr el éxito en la vida invirtió sus primeros ahorros en la construcción, negocio al que se dedicó de forma paralela a su trayectoria deportiva. Cuando su carrera en el rugby terminó probó suerte en los deportes del motor, primero con un monoplaza Elva de la Fórmula Junior y luego en el motociclismo.

A finales de la década de los 60 encaminó sus pasos hacia la F1 tomando parte en diversas carreras de las temporadas 1966 y 1967, primero con un Cooper T81 Maserati y después con un Brabham Repco, ambos como coches cliente. Su mejor puesto fue un octavo en el GP de Alemania de 1967, pero gracias a un fallo en la clasificación de los dos pilotos de F2 que quedaron por delante de él le fue asignado finalmente el sexto puesto que le otorgaba un punto.

Convencido de que la F1 no era lo suyo se asoció junto a su íntimo amigo Jo Schlesser, un prometedor talento del automovilismo francés, y ambos conformaron un equipo en la Fórmula 2 con sendos McLaren. Schlesser destacó desde el primer momento y fue reclutado por el equipo Honda de Fórmula 1. Tristemente Schlesser falleció en el GP de Francia justo el día que debutaba en la categoría reina, por lo que Guy Ligier decidió colgar el casco y los guantes.

Pese al dramático suceso, la pasión de Ligier por el mundo del motor estaba intacta y decidió entonces abordarla de otro modo, por lo que decidió construir sus propios coches deportivos y de carreras. Tras el fichaje del ingeniero Michel Tétu, Ligier presentó el JS1, denominado así en memoria de Jo Schlesser.

En 1971 quiso ampliar su negocio a los automóviles de calle y desarrolló el Ligier JS2. Se trataba de un hermoso coupé biplaza y con motor central en cuyo diseño había participado Pietro Frua. El primer prototipo iba equipado con un motor Cosworth V6, pero Ford terminó denegando el suministro de sus mecánicas ante la posible competencia que el coche de Ligier podría suponer para su GT 70, el prototipo de carreras diseñado por Ercole Spada.

Finalmente Ligier optó por equipar al JS2 con un motor Maserati V6 de 2,7 litros y 170 cv, mecánica procedente del Maserati Merak que también montaba el Citroen SM. De hecho, Citroen como propietaria de Maserati acordó con Ligier que la producción del SM se llevaría a cabo en su factoría de Vichy. Pese a las buenas críticas que cosechó el JS2 no tuvo el éxito esperado por lo que tras dos años de fabricación, 150 unidades producidas y la irrupción de la Crisis del Petróleo de 1973 el JS2 dejó de venderse. Las últimas unidades fueron equipadas con el nuevo motor Maserati V6 de 3.000 cc y 190 cv a inyección.

No obstante, la trayectoria empresarial de Ligier no termina aquí ni mucho menos. Gracias a la amistad que tenía con los políticos socialistas locales Francois Mitterrand y Pierre Bérégovoy, Ligier logró hacerse con el equipo Matra de F1, al que dio su nombre y que estuvo presente en el gran circo entre 1976 y 1996. Sus buenos contactos políticos le valieron el patrocinio de grandes firmas francesas como Elf, Gitanes y Lotto, además de los motores Renault en dos periodos diferentes. Ligier obtuvo en F1 nueve victorias con pilotos como Jaques Laffite, Patrick Depailler o Didier Pironi, siendo la última la lograda por Olivier Panis en un caótico GP de Mónaco de 1996. Con la llegada de Mitterrand al Elíseo y con Bérégovoy como primer ministro, Guy Ligier lideró con el apoyo de ambos políticos la construcción del circuito de velocidad de Magny Cours, donde estableció la base de su equipo. En 1992 vendió la formación a Cyril de Rouvres y encauzó su actividad junto a su hijo Phillipe hacia la producción de microcoches. Ligier falleció el pasado mes de agosto del presente año 2015 y pasa a la historia como uno de los nombres propios del automovilismo y de la vida social de la Francia del siglo XX y XXI.

El fabricante de miniaturas Spark se ha convertido en toda una referencia en lo que a réplicas a escala 1/43 de autos deportivos exóticos y de competición se refiere, consiguiendo así, también gracias a su buen hacer, la fidelidad de muchos coleccionistas. Una de las primeras reproducciones de coches de calle que realizó Spark fue esta miniatura de la primera versión del Ligier JS2. El modelo, realizado en resina, cuenta con una brillante ejecución, con un molde de proporciones y líneas muy correctas y muy buen acabado que le confieren un gran atractivo.

2 comentarios:

seatpc dijo...

Y pensar que Ligier lo asocio a los micro-coches que tanto molestan en carreteras.

Me has sorprendido y mucho


Gracias por compartir

Saludos

Keko dijo...

Pues a mi me pasó al revés. La primera vez que vi un microcoche de esos iba con mi padre y cuando vimos el escudo exclamamos: "¡Coño, igual que los Fórmula 1!" Jajajaja. Saludos y gracias a ti por pasarte por aquí