domingo, octubre 04, 2015

Citroen DS 19 Cabriolet de Norev







Su prematura muerte privó a André Citroen de conocer el primer gran éxito de su empresa. El fundador de la marca del doble chevrón falleció víctima de un cáncer en 1935, justo un año después de la presentación del que iba a ser el auto más revolucionario de su tiempo, el Traction Avant. Veinte años después, concretamente el 6 de octubre de 1955 el Salón de París era una vez más el escenario elegido para el lanzamiento en sociedad de otro automóvil llamado a tener un lugar preferente en la posteridad y, de nuevo, en su frontal también luciría la efigie del doble del chevrón de la firma gala. Había nacido el DS.

Su espectacular e innovador aspecto, obra del diseñador y escultor Flaminio Bertoni, era sólo la punta del iceberg de todo el compendio tecnológico que escondía en sus entrañas y que giraba esta vez en torno a su sofisticado sistema de suspensión hidroneumática. La 'Diosa', apodado así por la pronunciación francesa de las siglas DS -Déese-, estaba llamada a tomar el testigo del Traction y reforzar esa imagen de Citroen como un constructor de automóviles adelantados e innovadores.

Un lustro más tarde la cita es de nuevo en el Salón del Automóvil de París, nuevamente en el stand de Citroen, donde se desvela el DS 19 Cabriolet, la versión 'plein air' de la berlina presentada en 1955. La ausencia del techo hacía su figura aún más esbelta, afilada y agresiva, dándole el aspecto de una lancha motora de competición. 

El carrocero francés Henri Chapron era el autor de dicha obra de arte con ruedas. El DS Cabriolet tiene su origen en un concept car que el propio Chapón presentó en el Salón de París de 1958, denominado 'La Croisette'. El carrocería propuso a Citroen el suministro de bastidores para la producción de este automóvil en serie, pero en un primer momento se encontró con la negativa de la casa madre. Chapron no se amilanó y convencido de querer llevar a cabo este proyecto comisionó 25 unidades del DS estándar que convirtió en descapotables, lo que le proporcionó un éxito inmediato, tanto, que Citroen dio su brazo a torcer y desarrolló para su posterior envío a los talleres de Chapron un chasis específico con su correspondiente refuerzo para poder montar una carrocería descubierta.

Las versiones de 1960 a 1962 montaban el mismo motor de cuatro cilindros y 1,9 litros de Traction, que erogaba 75 cv. Desde el 62 el motor subió su potencia hasta los 82 cv y en 1965 llegó la última evolución con inyección mecánica y 90 cv de potencia. Ese mismo año aparece el DS 21 con motor de 2,1 litros y 109 cv y a partir de 1970 comienza a venderse el DS 23 con los faros carenados de doble óptica y con giro sincronizado con la dirección, cuyo motor de 2,3 litros a inyección alcanzaba los 140 cv de potencia. A partir de 1971 Citroen clausura la producción del DS Cabriolet, aunque Chapron sigue ensamblándonos por su cuenta y por encargo hasta 1974.

Por su tamaño y porte, el DS Cabriolet se situaba en el segmento de los grandes descapotables de cuatro y cinco plazas de su tiempo y por precio y exclusividad sus principales rivales eran el Mercedes W111 Cabriolet, el Rolls Royce Corniche o el Aston Martin DB6 Volante. Su elevado precio hizo que su producción fuera muy limitada, fabricándose un total de 1.325 unidades. Hoy día es uno de los clásicos de Citroen más buscados por los coleccionistas.

El aspecto futurista del DS Cabrio le valió un papel protagonista en la película de ciencia ficción 'Gattaca', donde vemos a Ethan Hawke y a Uma Thurman al volante de uno en una suerte de mundo futuro. Otro DS Cabrio protagonizó el anuncio publicitario de los licores sin alcohol de Rives y en el cómic 'Las Diosas de la Ruta', de Olivier Marin y Emilio van der Zuiden, editado por Netcom2 vemos a sus protagonistas conduciendo también un DS Cabriolet por las carreteras de la Costa Azul francesa.

Pasado mañana se cumplirá el 60 aniversario del Citroen DS y como homenaje a uno de mis automóviles favoritos he decidido sacar de la vitrina mi miniatura del DS 19 Cabriolet que, por supuesto, está fabricada por la firma francesa Norev. Se trata de una reproducción con un muy bien realizado molde y con muy buenas proporciones. El detallado lo podemos situar en la gama media-baja aunque sí es justo decir que se trata ya de un modelo por el que han pasado los años y teniendo en cuenta la rápida evolución hacia miniaturas cada vez más detallada que ha vivido esta década el coleccionista de coches a escala.

2 comentarios:

seatpc dijo...

Me encanta este Tiburón cabrio una pieza cuanto menos curiosa y llamativa.

El color le sienta de maravilla.


Saludos

Keko dijo...

Gracias Pau, lo tengo desde hace lo menos 12 o 13 años, me lo regaló mi padre en Navidad. Recuerdo que venía en unas cajas muy grandes que entonces traían los Norev. Se le notan el paso de los años pero tiene mucho encanto. Creo que el color es bien acertado. Saludos y gracias por la visita y el comentario.