domingo, mayo 15, 2011

Jaguar MK I de Neo Scale Models






A principios de la década de los 50, Jaguar era una marca fuertemente especializada en los coches de alto standing. Su gama la componían dos líneas de producto básicamente, la serie de grandes berlinas iniciada con el MK V y el deportivo XK 120 en sus diferentes variantes, por lo que su nicho principal del mercado era el extranjero, concretamente los Estados Unidos. Conscientes de que esta estrategia les rendía buenos beneficios pero que en el caso de llegar una recesión se verían enormemente afectados, los ejecutivos de Coventry empezaron a pensar en una nueva gama de producto para un público más amplio y que pudiera venderse bien en el mercado interno. 

Jaguar presentó en el Motor Show de Londres de 1955 el MKI 2.4, una berlina de tamaño compacto que sin ser un coche estrictamente familiar, sí era perfecto para su uso cotidiano. Su atractivo diseño y su construcción monocasco marcaron un antes y un después en la historia de la firma del felino. Las líneas de su carrocería tenían cierta influencia de sus hermanos mayores, los MK VII-VIII-IX, pero su frontal estaba claramente inspirado en el deportivo XK 120, lo que hacía que el MK I tuviera un aspecto muy ágil y dinámico. 

De hecho, comparado con sus principales rivales en el mercado interno, el Standard Vanguard, el Rover P4 y el Humber, el MK I era mucho más avanzado técnicamente Las primeras unidades iban equipadas con una versión más compacta del motor XK de seis cilindros, que cubicaba 2,4 litros y rendía 122 cv de potencia que le proporcionaba unas prestaciones bastante decentes. Montaba una caja de cambios de cuatro velocidades manual y frenos de tambor. Era fácilmente distinguible por llevar las ruedas traseras tapadas y llantas de acero. 

Pero lo más interesante llegó en 1957 con la aparición del MK I 3.4 equipado con el motor Twin Cam de los deportivos XK de 3,4 litros y 210 cv de potencia. Su aspecto estético difería del 2.4 en varios detalles, como una parrilla frontal algo más ancha, llantas de aleación de radios, parachoques envolventes y las ruedas traseras descubiertas. Los frenos eran ahora de disco y la caja de cambios de cuatro velocidades incorporaba overdrive, un sistema de desmultiplicación de la cuarta velocidad para rebajar el régimen del motor en carretera. 

Los modelos destinados al mercado norteamericano se equipaban con una caja de cambios automática Borg-Warner de tres velocidades. Sus prestaciones podían catalogarse de excelentes para su época, ya que era capaz de alcanzar los 190 Km/H. Aparte de ser un excelente coche rutero, el Jaguar MK I cosechó importantes éxitos en la competición, tanto en el campeonato de rallies como en las carreras de turismos a manos de pilotos como Sir Stirling Moss, Tommy Sopwith o Roy Salvadori. Pero si hay una persona que ligó su nombre al Jaguar MK I fue el campeón del mundo de Fórmula 1 de 1958 Mike Hawthorne, que perdió la vida con el suyo altamente modificado en el bypass de Guildford en Surrey, el 22 de enero de 1959. Pese a que Hawthorne ganó el mundial de F-1 de 1958 con Ferrari, su carrera deportiva siempre estuvo muy ligada a Jaguar, marca con la ganó las 24 Horas de Le Mans. 

 El Jaguar MK I siempre fue eclipsado por su sucesor, el MK II, al que podemos distinguir por tener los marcos de las puertas más finos y, por tanto, una línea más grácil y elegante. Este factor se hizo patente también en el mercado de las miniaturas, pues mientras que el MK II lo tenemos disponible en varios fabricantes, la oferta en el caso del MK I ha sido más escasa, de hecho, hasta que apareció éste de Neo sólo había dos disponibles, uno de Eligor y otro de Minimarque, uno con una calidad muy pobre y otro a un precio astronómico. Este modelo de Neo recibe una calurosa bienvenida por parte de los coleccionistas pues tiene un nivel de acabado realmente bueno. Destacamos que Neo ha optado por una versión 3.4 con un acabado muy racing, distinguible por las llantas de radios pintadas en el color de la carrocería. En el interior destacamos los elementos terminados en imitación de madera. En mi caso particular, gracias a este MK I cierro un capítulo de mi colección, el de berlinas Jaguar, al haber conseguido todos los que me interesaban.

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