domingo, enero 24, 2010

Austin Princess de Oxford Diecast






A principios de los años 50 las limousinas se pusieron muy de moda en el Reino Unido, ya fuesen para ir al Buckingham Palace, a la Cámara de los Lores, al Parlamento o al Club. Así pues, la BMC decidió subirse al mismo carro que marcas como Rolls Royce, Daimler y Armstrong Siddeley e introdujo en el mercado el Princess en 1947 como su buque insignia. El nuevo coche estaba basado en el A135 Sheerline pero montaba una carrocería obra de Vanden Plas. Tenía un motor de seis cilindros y cuatro litros que ofrecía 122 cv de potencia.

Su elevado precio en comparación con el resto de los modelos de la BMC hizo que el coche no tuviera mucha aceptación entre el gran público, por lo que se hizo muy popular entre las compañías de alquiler de vehículos que los ofertaban para diversos eventos como bodas y funerales.

Apenas hubo cambios ni estéticos ni técnicos en las tres primeras generaciones del modelo y en la cuarta generación sólo cambió de nombre, pasando a ser el Vanden Plas Princess 4 Litres. El modelo se mantuvo en el mercado de forma testimonial hasta 1968, aunque en 1961 se introdujo un nuevo Vanden Plas Princess, aunque ya basado en la carrocería del Austin A99 Westminster.

La empresa Oxford Automobiles Company, también conocida como Oxford Diecast, apenas lleva un par de años en el mercado de los coches en miniatura. Sus primeros modelos eran pequeñas camionetas de reparto de marcas y decoraciones diversas para poco a poco ir introduciendo modelos clásicos de la automoción británica como Land Rover, MG, Daimler, Jaguar o Jensen. El nivel de calidad de estos últimos es muy notable con respecto a las camionetas y se puede afirmar que es similar al de la italiana Starline Models. Una buena prueba de ello es este Princess que les presento, su molde más novedoso. Destacan unas formas y proporciones muy conseguidas y un nivel de detalle muy bueno. El aspecto más criticable es que el color del tapizado interior es negro, si hubiese sido de un color claro, o incluso burdeos, el modelo hubiese resaltado más. No obstante, no debería ser un impedimento para adquirirlo, pues el coleccionista de clásicos británicos no quedará defraudado en absoluto. Esperemos que esta joben marca siga ofreciendo productos tan atractivos.

1 comentario:

Carlos dijo...

Estoy totalmente de acuerdo en lo del color interior, Keko: en las miniaturas, emplear colores distintos para el interior y el exterior ayuda a realzar el efecto final en mi opinión.
El modelo representa la primera serie de limusinas (el Austin Princess Mk.II LWB Limousine), un coche muy raro de ver (no he hallado ni una foto en la web). Como bien dices, la réplica es excelente, lo que -por cierto- no suelen ser diversos modelos de Starline (defectos de forma, detalles sin acabar, etc.).