domingo, diciembre 20, 2009

Fiat 600 Multipla de Brumm






El término monovolumen aplicado al mundo de la automoción es hoy muy habitual y hace referencia a un vehículo de tamaño medio que destaca por su amplio espacio interior y capacidad para transportar pasajeros. A día de hoy nadie se ha puesto de acuerdo sobre cuál fue el primero de estos coches. Muchas publicaciones especializadas atribuyen a Chrysler y a la primera serie de su Voyager, que vio la luz a principios de los 80, el mérito de ser los primeros. Para los europeos, el primer monovolumen sería el Renault Space, que irrumpió en el mercado unos años después del Voyager, ya que éste no se vendía en Europa. Pero lo cierto es que para encontrar el primer monovolumen hay que seguir retrocediendo en el tiempo, concretamente a los años 30 y a los Estados Unidos hasta dar con un coche denominado Stout Scarab, el primero que priorizó el espacio para viajeros y a la modularidad sobre todo lo demás, pero lo cierto es que no alcanzó el éxito que se esperaba y parece ser que no se llegaron a construir ni siquiera una decena de Scarabs.

Unos años más tarde y en Europa nace de la mano de Fiat el primer monovolumen o vehículo multipropósito (MPV). En 1955 en el Salón de Ginebra Fiat presenta el 600 Multipla, basado en su nuevo y exitoso utilitario, el 600. El Multipla usaba el mismo chasis que la berlina y su parte trasera era también exacta. Es desde las aletas traseras en adelante donde radican los cambios. Lo que se buscaba era lograr el máximo aprovechamiento interior de un pequeño automóvil urbano. El pequeño motor iba sobre el eje trasero, por lo que se podía prescindir totalmente del morro del coche, de esta forma los asientos del conductor y del copiloto estaban encima de las ruedas delanteras, así pues se podían colocar dos filas más de asientos en la parte trasera.

Según las exigencias del cliente, había varias opciones de modularidad del interior, con posibilidad de cuatro, cinco y seis asientos, ésta última muy empleada por los taxistas. La diferencia radicaba en la fila del centro, donde se podía colocar una banqueta corrida, dos asientos individuales o tres. Fuese cual fuese la combinación elegida, todos los asientos podían replegarse para cuando lo que se demandaba era espacio de carga. El sistema de apertura de las puertas, apoyadas en el pilar B del coche, permitía un acceso rápido y cómodo a los pasajeros. Las primeras versiones del Multipla montaban el motor de cuatro cilindros y 633 cc que rendía 22 cv. Con la aparición del Fiat 600 D berlina, el múltipla se benefició de su motor, en este caso de 767 cc y 29 cv. En Italia era muy habitual ver al Multipla como taxi. Un Multipla con un pequeño remolque era el coche usado por el grupo australiano pop Crowed House en el videoclip de su canción 'Weather with you'.

La marca de miniaturas italiana Brumm lleva muy a gala y bien lo hace constar en las cajas de sus miniaturas que el producto que ofrecen está fabricado en Italia al cien por cien. Ya en su día hablamos de la excelente miniatura del Seat 600 que tienen y hoy lo hacemos del Multipla. La miniatura está muy realizada y destaca sobre todo la excelente proporción de sus formas. La pieza del techo es independiente a la del resto de la carrocería. El detallado también está muy bien resuelto aunque se echan en falta las manetas de las puertas, que sólo están moldeadas sobre la carrocería y ni siquiera se han pintado. El interior es sencillo y sólo cuenta con las calcas del cuadro de instrumentos. La matrícula revela que se trata de un vehículo de Roma.

2 comentarios:

A.Sivianes dijo...

Se parece bastante a la que tengo de NOREV; pero la tuya se ve algo más fina y trabajada. BRUMM no es santo de mi devoción, pero reconozco que es una marca veterana y con un punto de artesanía que la hace interesante.

Sea como fuere, es una miniatura preciosa!

Saludos

Keko dijo...

Sinceramente, no creo que sea mucho mejor esta que la de Norev, serán las dos por el estilo. Y sobre lo de Brumm, eso del 'Made in Italy' del que hacen gala puede jugarles una mala pasada por algunas veces las miniaturas dan la sensación de estar como mal terminadas. En fin, tienen su encanto, no son el colmo de la precisión pero son simpáticas.

Saludos