martes, diciembre 02, 2008

Jaguar MK IX de Neo Scale Models






El 'Mark Nine' fue el último de los 'Big Jags' en lucir la preciosa carrocería de líneas redondeadas y suaves de Sir Williams Lyons. fue introducido en 1958 como sustituto del MK VIII, del que heredaba su carrocería y rasgos estilísticos, de hecho sólo la leyenda 'Mark IX' cromada colocada sobre la tapa del maletero venía a distinguirlo de su antecesor.

Las principales novedades del IX eran puramente técnicas. La más importante de todas, el motor, la nueva evolución del seis cilindros en línea XK con 3.8 litros, directamente derivado del D-Type de competición, que erogaba 220 cv de potencia. Igualmente, el MK IX equipaba por primera vez frenos de disco Dunlop, además de una nueva dirección asistida. Especialmente ingenioso pero técnicamente fallido fue el sistema 'Hill Holder', una especie de servoasistencia que actuaba de forma hidráulica sobre el pedal de freno en condiciones de inclinación, pero este sistema tuvo muchos fallos llevando a sus propietarios a desconectarlo.

Al igual que sus antecesores, el 'Nine' estaba disponible con cambio manual o automático, de hecho, los ejemplares con la segunda opción recibieron una sustancial mejora en los desarrollos de las velocidades con respecto a los MK VIII.

El MK IX fue un automóvil muy demandado como coche de representación y ceremonial. Cuando el presidente de la República de Francia, el general Charles de Gaulle, realizó en 1960 una visita oficial a Canadá, todos los autos del cortejo del mandatario galo fueron Jaguar MK IX. La Reina Madre de Inglaterra, Isabel Bowes-Lyon, gran entusiasta del automovilismo y de los autos de su país, poseyó un MK VII que a lo largo de los años fue actualizándose técnicamente con las mejoras de los MK VIII y MK IX, hasta llegar a tener el mismo aspecto que éste. El Gobierno Nigeriano compró una flota de MK IX que fueron pintados con los colores oficiales del país, verde sobre blanco.

Hoy no vamos a entrar en enjuiciar esta miniatura, pues pueden aplicárseles las mismas críticas que han recibido sus antecesores, además de que ya he comentado que bajo mi punto de vista personal se trata de la miniatura más lograda que ha fabricado Neo, pero sí me gustaría resaltar la excelente combinación de colores que se ha elegido. Si bien para el MK VII se optó por un clásico verde y para el MK VIII una sobria y elegante combinación de negro con azul cobalto, en esta ocasión se recurre a otro acabado bitonal, pero en este caso se ha jugado con dos tonos claros un gris azulado junto a un blanco verdoso, dos tonos luminosos que crean un precioso contraste con el interior rojo caldera. En definitiva, lo mejor de todo es poder contar con la preciosa trilogía MK VII-VIII-IX que Neo nos ha proporcionado en la vitrina.

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