sábado, marzo 31, 2007

Jaguar XJ6 4.2 Series 1 1968 de Vanguards









A todo aficionado al automóvil cuando escucha la palabra Jaguar, hay un modelo que se le viene a la mente incluso antes que el mítico E-Type, el XJ. El porqué de esta cuestón es muy sencillo, es más común ver rodando por la carretera a un XJ clásico que un E-Type, más propio de eventos y concentraciones de vehículos de este tipo. 

Centrándonos en el XJ, hay que decir que a finales de los años 60 las berlinas de Jaguar vivían un momento de gran obsolencia. Los bonitos MK 2 de finales de los 50 habían evolucionado hacia los S-Type y 420, que supusieron un refrito entre el MK 2 y el MK X. Este último mastodonte también se mantenía en catálogo. Entonces la marca de Coventry realizó una operación radical de remodelado de sus berlinas. Todos los modelos nombrados anteriormente desaparecieron y como único sustituto llegó el XJ. 

Estéticamente compartía la fisonomía general del MK X, aunque su tamaño era más cercano al S-Type. Esta berlina heredó una cualidad muy propia de Jaguar, un estilo muy elegante pero a la vez deportivo, éste último factor atenuado gracias a la adopción de mecánicas muy potentes que le conferían buenas prestaciones. 

El diseño correspondió, como no podía ser de otra forma, a Sir William Lyons. A la hora de otorgarle una mecánica, la elección fue simple, el exitoso 6 cilindros en línea de 4,2 litros de la serie XK, que conferían al coche 260 cv. Después llegó otro 6 en línea, pero de 2,8 litros. Este motor tenía tendencia al sobrecalentamiento y no tuvo mucho éxito comercial. El tope de la gama fue el V12, de 5,3 litros y 275 cv. También se empezó a montar una carrocería de batalla larga. El rasgo distintivo de la serie I era su parrilla rectangular, más grande que en sus sucesores. En 1973 apareció el serie II.

La miniatura de Vanguards es espléndida. Este adjetivo se lo ha ganado gracias al excelente nivel de detalle exterior y la buena construcción del molde, todo combinado con un precio muy asequible. Falla en el interior, como suele pasar con los modelos de este fabricante, aunque en el caso del Jaguar, no es de los peores y por lo menos en el amarillo galleta del interior podemos distinguir el salpicadero, el volante o el selector del cambio pintados en negro y marrón. Los faros de diamante son la seña de identidad de la mano de Corgi, confiriéndole un efecto muy bonito. La elección del color es muy acertada, ya que junto con el British Racing Green, el Regency Red era uno de los colores más demandados en los XJ. Vanguards incluye diversas variantes de color así como la versión Daimler, denominada Sovereign.

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