lunes, marzo 26, 2007

Aston Martin DB5 'Casino Royale' de Minichamps







Ningún automóvil a lo largo de la historia ha conseguido ligar su imagen tan íntimamente a la de un personaje de ficción como el Aston Martin DB5 al popular Agente 007 con licencia para matar que créase el escritor Ian Fleming y que protagonizara la longeva saga de películas producidas por el tándem Broccoli & Saltzman. Desde esa primera vez en que en la tercera entrega de la serie, 'Goldfinger', el escocés Sean Connery encarnando a James Bond entrase en la Sección Q del MI6 y el entrañable y sentencioso Desmond Lewelyn le hiciera entrega de aquel maravilloso DB5 cargado de gadgets de todo tipo, y hasta que Daniel Craig, último intérprete del veterano espía británico, se pasease con dicho automóvil por las calles de Nassau, en Bahamas, el Aston Martin de color plata ha sido visto en cinco de las entregas que componen la saga de películas y, seguramente, lo seguiremos viendo en próximas entregas.

Sin lugar a dudas, es en 'Goldfinger' donde el DB5 adquiere el mayor de los protagonismos de toda la saga, demostrando de lo que es capaz de hacer en diferentes ocasiones hasta que se topa contra un muro de hormigón en la fundición del villano Auric Goldfinger. Tras 'Goldfinger', se estrenaba una nueva avenrtura de James Bond, 'Thunderball' -en España, 'Operación Trueno'-. El DB5 volvería a dejarse ver, aunque en éste caso, una aparición mucho más breve que en 'Goldfinger', en las escenas iniciales del filme donde presta a 007 un impecable servicio al librarle de un muy tenaz agente de la organización terrorista Spectra. Es en esta película donde descubrimos dos nuevos gadjets en acción, la pantalla trasera antibalas y un potente chorro de agua a presión.

'Thunderball' se estrenó en 1964 y desde entonces habían de pasar 31 años para volver a ver al Aston Martin DB5 en acción en una película de James Bond. En ese periodo de tiempo, tres actores dieron vida al Agente 007, George Lazenby, Roger Moore y Timothy Dalton. Para el segundo, la productora decidió asociar su imagen al deportivo Esprit de Lotus. Los otros dos, quizás los 'James Bond' más denostados por la crítica, sí condujeron Aston Martin, un DBS el primero, y un V8 Vantage Coupé el segundo, pero lo cierto es que ninguno de ambos vehículos consiguieron dejar una huella tan honda en el imaginario popular como el DB5 y, en menor medida, el Lotus Esprit 'submarino' de Roger Moore en 'The spy who loved me'.

En 1995, seis años después del estreno de la inefable 'License to kill', llegaba a los cines una nueva película de la saga Bond cuyo título fue 'Goldeneye'. Muy buena acogida registraba unos meses antes la noticia del nuevo actor elegido para encarnar al super espía, el irlandés Pierce Brosnan. Su elección recordaba mucho a la Roger Moore, pues llegaba a meterse en la piel de James Bond después de protagonizar una exitosa serie de detectives, 'El Santo'. En el caso de Brosnan, el gran público lo conocía como el protagonista de la exitosa serie de los 80 'Remington Steele', en la que junto a Stephanie Zimbalist daban vida a una elegante pareja de detectives.

Pese a la opinión que cada cual pueda tener de 'Goldeneye', las primeras escenas de la película tenía un innegable regusto clásico pues, desempolvado de las cocheras del MI6, el Aston Martin DB5 de color plata volvía aparecer triunfalmente en una trepidante persecución con Brosnan al volante en la mítica carretera de la 'Corniche' contra el espectacular Ferrari 355 Berlinetta rojo que conducía la explosiva Famke Jansen. No había gadjets de ningún tipo, pero las escenas y el increíble sonido de ambos coches, bien merecen un puesto alto en el ranking de las mejores persecuciones de coches del cine. Dentro de la saga Bond de Pierce Brosnan, el DB5 aparecería fugazmente en la película siguiente, 'Tomorrow never dies'. Los papeles protagonistas los tendrían coches de BMW, salvo en su último filme como 007, 'Die another day', que sirvió de escaparate para el nuevo Aston Martin Vanquish.

En el año 2006 se estrenaba la última entrega de la saga de James Bond, la cual rescataba un título clásico, 'Casino Royale', el de aquella parodia que sobre el personaje de Ian Fleming rodaron en 1967 John Huston, Peter Sellers y cuatro directores más con David Niven como protagonista. Igualmente, Pierce Brosnan cedía su papel protagonista en beneficio del joven Daniel Craig. También se producía el retorno de otro gran protagonista de la saga, el Aston Martin DB5. En esta ocasión, no se trataba de un coche de la Sección Q, era el automóvil de uno de los villanos, concretamente del terrorista Alex Dimitros. Bond, durante una partida de cartas en un casino en Bahamas, gana el coche a Dimitros y podemos ver a Daniel Craig saliendo del casino en el Aston Martin junto a la mujer de Dimitros, Solange. Este DB5, del mismo color que el resto de los DB5 de la saga, tiene el volante a la izquierda, matrícula azul rectangular de Bahamas y ningún gadget y la miniatura que ilustra esta entrada es la que lo representa. A grosso modo y de las forma más analítica y amena posible, éste es el esbozo de la trayectoria del Aston Martin DB5 a lo largo de la saga de películas del Agente 007. A muy seguro, volverá a tener su minuto de gloria en próximas entregas, pero eso, no lo sabremos hoy.

La miniatura de Minichamps corresponde a la serie que el fabricante alemán tiene dedicado a los coches de las películas del mítico espía británico, bajo el nombre 'James Bond Collection'. Cuenta con un molde correcto en sus proporciones y formas, y un nivel de acabado excelente donde destaca el minucioso detallado, con muchas piezas de fotograbado: llantas y logotipos, y otras independientes aunque de plástico cromado. Quizás el punto más negativo sea algo muy habitual de Minichamps, los limpiaparabrisas, pero por lo demás es una miniatura muy recomendable, quizás de los mejores DB5 en escala 1/43 que se puedan encontrar en el mercado.

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